Un residuo radiactivo es cualquier material que contenga isótopos radiactivos para el que no está previsto ningún uso en cantidades superiores a los valores establecidos por las autoridades competentes.
Al igual que todo material que emita radiación ionizante, el contenedor de residuos radiactivos está marcado con el símbolo internacional de radiactividad: El trébol con puntas radiales sobre fondo amarillo.
Los residuos que se generan de aplicaciones derivadas del uso de isótopos radiactivos en actividades como investigación, medicina e industria son solo un pequeño grupo comparado con los que se generan en una central nuclear que representan el 90 % del total de los residuos radiactivos.
Según el nivel de radiactividad y el periodo de semidesintegración de los radioisótopos, los residuos se clasifican en diferentes categorías y se mantienen confinados con blindajes adecuados hasta que su radiactividad disminuye, aislándolos del medio ambiente y de las personas.
Complementando al símbolo de tres puntas, la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA) ha diseñado un nuevo símbolo de advertencia sobre radiación para asegurar que su mensaje de “peligro, manténgase alejado” sea claro y entendido por todos. La señal de advertencia es en color rojo y negro y muestra ondas emitidas hacia una calavera y una persona corriendo en referencia al peligro que supone la radiación.