En el trabajo de laboratorio pueden producirse conatos de incendio debido a la utilización de una llama directa o a la acumulación de equipos eléctricos.
Los elementos de actuación en caso de incendio son los extintores, las mantas ignífugas y las duchas de seguridad. Su presencia y número aseguran que un incidente no tenga consecuencias más graves, por tanto, es indispensable que se coloquen y se señalicen cerca de las puertas de las salas o en puntos estratégicos de pasillos y vestíbulos.
- Extintores. Son aparatos que contienen sustancias extintoras que se proyectan sobre el fuego mediante una presión interna. Existen distintos tipos de extintores según la sustancia que contienen, en el laboratorio se utilizan los de CO2 o nieve carbónica ya que otro tipo de sustancia extintora podría favorecer el desarrollo del incendio.
- Mantas ignífugas. Se trata de mantas hechas de fibra de vidrio o tratadas con ignifugantes. Se utilizan en fuegos pequeños o cuando prende fuego la ropa como alternativa a las duchas de seguridad. Están pensadas para actuaciones rápidas y como su utilización puede evitar el desplazamiento del sujeto en llamas ayuda a limitar el desarrollo del fuego.
Para la instalación de elementos de emergencia en los laboratorios se sigue la Norma Básica de Edificación «NBE-CPI/96: Condiciones de protección contra incendios de los edificios». En esta norma se regulan también las instalaciones fijas de extinción como bocas de incendio, hidrantes, columnas secas e instalaciones automáticas.
La eficacia de los elementos de actuación en caso de incendio no radica únicamente en su presencia y mantenimiento, es necesario que se encuentren correctamente señalizados y que el personal de laboratorio esté informado y formado para su correcta utilización.