1.3.2. Las células madres.

Se observa una bolsa con el rótulo Cryocell junto a ella una nevera con una bolsa que contiene células madres, un tubo de muestras y una etiqueta de peligro biológico.

Todas las células del organismo proceden de una única población inicial denominada células madres o stem cells. Esta célula inicial tiene dos características fundamentales:

  • Autorrenovación. Permite que la población se mantenga a lo largo de toda la vida del individuo.
  • Pluripotencialidad. Implica que a partir de ella, pueden desarrollarse todas las células sanguíneas entre otras.

A partir de la stem cell inicial (UFC), se desarrolla un tipo de célula comprometida para la formación células sanguíneas, denominada UFC-ML (unidad formadora de colonias mieloide y linfoide). Esta UFC-ML origina dos poblaciones celulares:

  • Célula madre mieloide. Llamada UFC-M (unidad formadora de colonias mieloides) o UFC-GEMM (unidad formadora de colonias granulocíticas, eritrocíticas, monocíticas y megacariocíticas. A partir de ella, se originan todas las células de la línea mieloide.
  • Célula madre linfoide. Llamada UFC-L (unidad formadora de colonias linfoides). A partir de ella, se originan todas las células de la línea linfoide.
Imagen en la que se muestra el desarrollo de la hematopoyesis desde la stem cells hasta las células maduras de sangre periférica.

Tanto la UFC-M como la UFC-L poseen las siguientes características:

  • No identificables mediante observación microscópica. Son células aún muy indiferenciadas y no poseen características morfológicas distintivas.
  • Pluripotencialidad. Es decir, son capaces de dar origen a distintas líneas celulares.
  • Autoduplicación. Aunque en menor medida que las stem cells, son capaces de autorregenerarse.