1.4.1. Preparación de la extensión.

Se muestran dos portaobjetos con dos extensiones de sangre. A la izquierda una sin teñir y a la derecha otra teñida.

Realizar una extensión sanguínea, consiste en conseguir una fina capa de sangre sobre un portaobjetos, de forma que las células sanguíneas estén dispuestas formando una sola capa ligeramente separadas entre sí. De esta manera, se podrán ver los diferentes elementos de la sangre de una forma homogénea, permitiendo el estudio del número y la morfología de los tipos celulares que componen la muestra. La extensión sanguínea es crucial para el diagnóstico en el laboratorio, por ello es importante llevar a cabo una buena ejecución del proceso.

La extensión sanguínea se puede realizar mediante diferentes métodos manuales o automáticos:

  • Mediante centrifugación. La extensión se realiza colocando una pequeña gota de sangre sobre un portaobjetos y centrifugándolo en una centrifuga especial para portaobjetos.
  • Método de los portaobjetos. Es el método más empleado y consiste en deslizar un portaobjetos esmerilado sobre otro en el que se ha depositado una pequeña gota de sangre. Tanto la presión ejercida como el ángulo con el que se sostiene el portaobjetos van a influir en la distribución de las células. Por ello, es recomendable que el ángulo sea de unos 45º y ejerciendo una presión moderada y uniforme a lo largo de todo el extendido.

Placa fina de cristal con los bordes pulidos sobre el cual se disponen objetos para su observación con el microscopio.

Se muestra una extensión de sangre obre portabjetos en la que se señalan las tres zonas: Cabeza, cuerpo y cola.
  • Mediante extensores automáticos. Realizan la extensión de forma similar a la técnica manual, con portaobjetos.

En una buena extensión deben distinguirse tres zonas según el grado de concentración celular:

  • Cabeza. Es la zona más cercana a la gota, por tanto, la más gruesa. En esta zona las células están superpuestas debido a la cantidad tan grande de células, por lo que no se puede realizar un estudio adecuado de morfología celular y recuento diferencial.
  • Cuerpo. Es la zona intermedia de la extensión, tiene un espesor adecuado. Las células se disponen en monocapa, aparecen separadas y distribuidas de manera uniforme, algunas pueden tocarse entre sí, pero no se apilan unas sobre otras. Esta zona es conocida como zona óptima o zona ideal para el estudio morfológico y el recuento diferencial.
  • Cola. Es la zona final, tiene aspecto redondeado y es la zona más fina. En esta zona se concentran las células de mayor tamaño, sobre todo granulocitos y monocitos. Las células están muy separadas e incluso muestran cierta distorsión celular, por lo que esta zona no es adecuada para el estudio sanguíneo.

El tamaño de la gota de la muestra es muy importante para conseguir un resultado aceptable para poder visualizar la morfología celular y realizar el recuento de las células sanguíneas. Por ello, si la gota es muy grande, se tendrá un extendido muy largo y grueso donde no se podrán diferencial las células en una monocapa. Por otro lado, si la gota muestral es muy pequeña, el extendido será demasiado delgado y podrá haber distorsión celular.

Cuando se ha realizado la extensión, la muestra debe secarse rápidamente para evitar la formación de artefactos que distorsionen el diagnóstico. Generalmente, los extendidos se secan al aire a temperatura ambiente o se agita suavemente el portaobjetos.

Debes conocer

En la siguiente animación puede ver algunos ejemplos de extensiones mal realizadas.

Vea el anexo I donde se muestra el protocolo de prácticas completo que debe seguir para realizar una extensión.