Una vez realizada la dilución de la muestra, se procede con el llenado de la cámara de recuento. El volumen de la zona de recuento está determinado por el área que existe entre la base de la cámara y el cubreobjetos. Esta zona comprende un espacio de 0,1 mm.
Para proceder con el llenado de la cámara, ésta tiene que estar perfectamente limpia y seca. Además, antes del llenado, la cámara tendrá que estar montada previamente, lo que quiere decir que el cubreobjetos con un grosor adecuado y de forma rectangular tiene que fijarse completamente mediante presión a la cámara. Posteriormente, se procede con el llenado completo de la zona de recuento con la dilución de la sangre, dejando reposar unos minutos antes de comenzar con el recuento de las células de la muestra.