Caso práctico
Carmen esta hojeando el manual técnico del contador que tiene más posibilidades de ser elegido para sustituir a los actuales en el próximo laboratorio core. Susana, que permanece atenta a su lado, Se queda ensimismada cuando ve algunos ejemplos de los informes emitidos por este nuevo aparato.
—Carmen, ¿te has percatado de la cantidad de gráficos que traen los informes de este contador?
—Es impresionante Susana. Realmente han hecho una labor magnífica.
—Si te soy sincera, yo me lio un poco con tanto "dibujo". ¿Tú no?
—Al contrario. Los gráficos y citogramas son unas herramientas sumamente útiles. Es más, te aseguro Susana, que sólo cuando seas capaz de comparar simultáneamente los datos numéricos con la información aportada por estos, comprenderás la verdadera potencia de estos aparatos.
—Pues mi médico sólo mira los datos numéricos y punto.
—Es probable. Sin embargo, a nivel de laboratorio, los citogramas e histogramas proporcionan una importante información diagnóstica de una forma totalmente intuitiva.
—Sigo sin tenerlo claro, y más con este informe, que tiene ocho gráficos.
—Reconozco que te deja un poco perpleja una primera mirada al mismo. Ten en cuenta que toda esta nueva información que aportan estos aparatos tiene como objetivo la identificación de un abanico, cada vez mayor, de alteraciones hematológicas.
—Ok. Creo entenderte. Con la nueva información de estos contadores, los facultativos van a poder discriminar situaciones que antes requerían pruebas complementarias y mayor tiempo para el diagnóstico.
—Muy bien Susana, esa es la idea.