La malaria se puede diagnosticar con la simple observación de una extensión de sangre teñida con Giemsa. Esto es debido a que el microorganismo responsable de esta enfermedad es un parásito que invade los eritrocitos, y se observa al microscopio como una inclusión eritrocitaria.
- Punteado basófilo: son restos de gránulos ribosómicos, que forman agregados de color azul intenso, observables fácilmente con el microscopio óptico convencional. Tienen un alto contenido en ARN. Aparece en saturnismo o intoxicación por plomo y beta Talasemia. No aparece en anemia ferropénica.
- Cuerpos de Howell-Jolly: son restos de cromatina que persisten en el interior del hematíe maduro, inclusiones redondas de ADN. Se ven en extensiones teñidas normalmente, aunque se ponen de manifiesto con tinción supravital. Aparecen en: esplenectomía y anemia megaloblastica.
- Anillos de Cabot: son restos de membrana nuclear eritroblastica que quedan después de una mitosis anormal. Su presencia indica una afectación importante de la eritropoyesis.
- Cuerpos de Heinz: son precipitados de hemoglobina.
- Siderocitos: son precipitados de hierro.
- Hematíes nucleados: son eritroblastos circulantes. Su presencia indica intensa regeneración eritroblástica como sucede en las anemias hemolíticas intensas, o infiltración medular por células malignas del propio tejido hematopoyetico (leucemia).
- Parásitos: los más característicos son los del paludismo o malaria; durante los accesos febriles se observan inclusiones eritrocitarias características, mediante el método de gota gruesa teñida con Giemsa.
Conjunto formado por ADN y proteínas que se encuentra situada en el núcleo de las células eucariotas y que forma los cromosomas.
Tinciones que se realizan sobre tejidos vivos o células.
Extirpación del bazo.
Enfermedad neoplásica de los órganos formadores de células sanguíneas, caracterizada por la proliferación maligna de leucocitos.