El número de pruebas para identificar estas patologías es pequeño y ya se han estudiado en unidades anteriores.
- Hemograma.
Las pruebas que componen el hemograma resultan de gran utilidad en el diagnóstico de las poliglobulias. Teniendo presente que precisamente el hematocrito es el parámetro clave en la evaluación de estas alteraciones.
El aumento por encima de 60 % en varones y 55 % en mujeres del hematocrito se considera poliglobulia absoluta. Otros datos del Hemograma a tener en cuenta son los siguientes:
- Recuento de eritrocitos elevado.
- Hemoglobina aumentada.
- Recuento de leucocitos y plaquetas normal salvo en policitemia vera, en la que ambos parámetros se encuentran elevados.
Otras pruebas de laboratorio que aportan información útil para el diagnóstico de las poliglobulias son las siguientes:
- Determinación de EPO en sangre.
- Determinación, mediante gasometría arterial, de las concentraciones de oxígeno y dióxido de carbono en sangre.
- Determinación de pigmentos hemoglobínicos mediante espectrofotometría: Carboxihemoglobina, etc.
- Cuantificación del volumen total de eritrocitos mediante el uso de isótopos radiactivos (Cr 51).