1.2.1.- Clasificación y nomenclatura.

Imagina que tienes que identificar una bacteria desconocida que se ha aislado en tu laboratorio. ¿Por dónde empezarías? ¿Qué rasgos estudiarías en primer lugar?

Generalmente la identificación de un microorganismo comienza estudiando su fenotipo. Forman parte del fenotipo características como su morfología, sus propiedades de tinción, las características de crecimiento, las enzimas que posee. Este es el sistema más utilizado para identificar en los laboratorios de Microbiología Clínica que realizan análisis rutinarios.

Sin embargo en algunas ocasiones, los rasgos fenotípicos no permiten determinar el grupo de bacterias a las que pertenece el individuo que estamos estudiando y es necesario realizar otro tipo de estudios, como:

  • El análisis de su composición: Determinar el porcentaje de lípidos que contiene la membrana de la bacteria, la composición de su pared celular o el tipo de ácidos grasos formados durante su metabolismo. Las técnicas que se necesitan para este tipo de estudios son complicadas y caras por lo que solo se realizan en laboratorios de investigación.
  • El análisis de su ADN o ARN: El estudio del genotipo es el modo más preciso de clasificar a una bacteria como miembro de un determinado grupo. Requiere la realización de análisis genéticos, como la determinación del contenido en guanina citosina (%), técnicas de hibridación o técnicas de secuenciación. Este tipo de pruebas se estudian en el módulo de biología molecular.

Nomenclatura: Una vez identificado el microorganismo como miembro de un determinado grupo, es necesario asignarle un nombre. En la asignación se utilizan reglas internacionales.

La imagen analiza la nomenclatura de cada uno de los niveles de clasificación de la espiroqueta Treponema pallidum, desde el nivel superior “Reino”  hasta el nivel inferior “especie”.
  1. Solo existe un nombre correcto para cada microorganismo que no debe cambiarse.
  2. Todos los nombres se escriben en latín y están formados por dos palabras:
  • Género: Escrito con la inicial del nombre en mayúsculas. Generalmente el género de un microorganismo está relacionado con su descubridor (Escherichia, descubierta por T. Escherich), con un lugar geográfico u organización (Legionella, llamada así porque se aisló por primera vez en un congreso de militares), o con alguna característica especial del microorganismo (Staphylococcus, Staphylé en griego quiere decir racimo de uvas.).
  • Especie: Se escribe en minúscula y al igual que el género, el nombre asignado se corresponde con alguna característica típica del microorganismo o de la enfermedad que produce. Por ejemplo Staphylococcus aureus (se llama así por su aspecto amarillo, dorado)
  1. El nombre debe escribirse en cursiva o subrayado cuando se escribe a mano.
  2. Cuando ya se ha nombrado el género anteriormente y no existe riesgo de confusión se puede sustituir el mismo por su inicial por ej. E coli.

Al igual que género y especie, el nombre de cada taxón se escribe también en latín y lleva una terminación específica, que se muestra en la imagen.

En genética, se denomina fenotipo a la expresión del genotipo en función de un determinado ambiente. Los rasgos fenotípicos cuentan con rasgos tanto físicos como conductuales.

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La guanina es una base nitrogenada púrica, una de las cinco bases nitrogenadas que forman parte de los ácidos nucleicos y en el código genético se representa con la letra G. Las otras cuatro bases son la adenina, la citosina, la timina y el uracilo.

La citosina es una de las cinco bases nitrogenadas que forman parte de los ácidos nucleicos y en el código genético se representa con la letra C. Las otras cuatro bases son la adenina, la guanina, la timina y el uracilo.