Las cabinas de Seguridad biológica son asimismo una barrera de contención que protege al operador.
Son recintos de circulación forzada de aire, con presión negativa y constituyen el principal elemento de protección frente a aerosoles, por lo que es obligatorio su uso cuando la muestra con la que se trabaje contenga microorganismos que se transmitan por inhalación. Estos microorganismos están clasificados en el grupo 3 de riesgo.
Las cabinas de seguridad biológica disponen de dos elementos de protección:
- Barreras: Establecen una cortina o flujo de aire que circula en una dirección determinada, evitando el riesgo de diseminación.
- Filtros: Utilizan filtros HEPA. Filtros de alta eficiencia en el filtrado de las partículas del aire. Retienen el 99,7% de las partículas mayores de 0,3 µm y son adecuados para trabajar con microorganismos de los grupos 1, 2 y 3.
Existen 3 tipos de cabinas de seguridad biológica que se utilizarán dependiendo del tipo de microorganismos con los que se trabaje en el laboratorio.
Clase I Son adecuadas para trabajar con microorganismos de riesgo 1,2 y 3. "Aspiran" el aire de la habitación y lo mandan al exterior a través de un filtro HEPA. Estas cabinas sólo protegen al operador pero no a la muestra, filtran únicamente el aire de salida de la cabina.
Clase II: Son llamadas cabinas de flujo laminar. Contienen dos filtros HEPA, uno que filtra el aire que sale al exterior y otro que crea una cortina de aire que incide directamente sobre la muestra, protegiéndola de la contaminación. Existen varios tipos de cabinas de clase II, que varían en características como el tipo de salida del aire extraído de la cabina, la proporción de aire recircularizado y la velocidad de flujo del mismo. Estas cabinas protegen tanto al operador como a la muestra.
Clase III: constituyen el máximo nivel de seguridad. Son recintos de presión negativa completamente aislados del entorno. Tienen 3 filtros HEPA, uno que filtra el aire en contacto con la muestra y 2 filtros colocados en serie, que filtran el aire que sale al exterior. Se recomiendan para trabajar con agentes del grupo 4 de riesgo.
Peligros asociados a la mala utilización de las cabinas de seguridad.
Las cabinas de seguridad biológica pueden dar al trabajador una falsa sensación de seguridad, que piensa que por trabajar en una cabina ya está protegido y no es así. Existe un protocolo de trabajo que es necesario seguir para poder trabajar en condiciones de seguridad.