Además de nutrientes, en los medios de cultivo encontramos una serie de compuestos que tienen la función de establecer unas condiciones óptimas para el crecimiento bacteriano. Dentro de ellos destacan:
- Sustancias amortiguadoras (tampones fosfato o bicarbonato): Tienen como función mantener el pH en el medio. Si este varía mucho, las bacterias dejarán de crecer. El pH óptimo para la mayoría de las bacterias es cercano a la neutralidad. Sin embargo existen algunas bacterias que crecen mejor a pH alcalinos entre 8 y 9, como Proteus o Vibrio.
- Indicadores de pH: Sustancias como el rojo fenol, azul de bromotimol, rojo neutro, rojo de metilo, etc. Se encargan de poner de relieve las variaciones de pH que se producen en el medio mediante cambios de color.
- Factores inhibidores: Aditivos que se añaden el medio para impedir el crecimiento de algún tipo de microorganismo y favorecer el crecimiento del grupo de bacterias que buscamos. Estos compuestos pueden ser: colorantes (eosina o azul de metileno), sales biliares (deoxicolato de sodio), azida sódica o antibióticos. El cloruro de sodio también se puede emplear como agente inhibidor cuando se añade al medio en concentraciones superiores al 5%.
- Agentes reductores: Determinados medios incorporan entre sus componentes sustancias como cisteína o tioglicolato de sodio. Estos compuestos disminuyen la tensión de oxigeno en el medio y crean condiciones que permiten el desarrollo de bacterias anaerobias.
- Agar: Los medios de cultivo pueden ser líquidos (caldos) o sólidos. Los medios sólidos llevan agar, un polisacárido natural producido por algunas algas marinas. Este compuesto tiene la propiedad de fundirse a 100 ºC y de solidificar a temperaturas cercanas a los 45 ºC, por lo que es un elemento ideal para cultivar bacterias. El agar no es un nutriente. En función del porcentaje de agar el medio será liquido (0%); semisólido (0,4% de agar) o sólido (de 1 a 2% de agar).
Efecto bacteriostático d bacterias gram negativas por su acción inhibidora sobre las enzimas de transporte electrónico.
La cisteína es un α-aminoácido azufrado usado por las bacterias como agente reductor. Con el objetivo de crear en los medios de cultivo condiciones que permitan el desarrollo de los microorganismos microaerofilos ò anaerobios se añaden estos agentes reductores siendo, los mas empleados la cisteína y el tioglicolato entre otros.
Agente reductor usado para el crecimiento de bacterias microaerófilas o anaerobias.
Son microorganismos que viven y se multiplican en ambientes que no tienen oxígeno. Se replican en sitios con potencial oxidorreductor bajo (p. ej., tejido necrótico, desvascularizado). Las bacterias se clasifican de acuerdo con sus necesidades y su tolerancia al oxígeno: anaerobias facultativas: crecen en presencia o en ausencia de oxígeno, microaerófilos: requieren la mínima concentración de oxígeno (en forma típica 2 a 10%) y, en muchos casos, una concentración elevada de dióxido de carbono (p. ej., 10%); crecen muy poco en condiciones anaerobias, bacterias anaerobias obligadas: no pueden desarrollar el metabolismo aerobio, pero tienen una tolerancia variable al oxígeno. Los microorganismos anaerobios obligados se han clasificado en función de su tolerancia al oxígeno: Estricta: tolera solo ≤ oxígeno al 0,5%, moderado: tolera oxígeno al 2-8%, anaerobios aerotolerantes: toleran el oxígeno atmosférico por tiempo limitado.
Presión parcial de oxigeno en un medio.