1.- Cultivo de microorganismos.

En la imagen se observa a un técnico de laboratorio realizando la siembra de unos medios de cultivo en luna cabina de seguridad biológica.

¿Qué entiendes por cultivo?

Cultivar significa proporcionar a las bacterias las condiciones adecuadas para que se multipliquen de forma rápida. Dentro de estas condiciones se incluyen tanto los nutrientes como los factores físicos (temperatura, pH, oxígeno) necesarios para favorecer su crecimiento.

El éxito de nuestro cultivo, va a depender en gran medida de la selección del medio más adecuado para el crecimiento de la bacteria que queramos cultivar.

El cultivo es una técnica imprescindible para realizar el diagnóstico definitivo de una infección. Se realiza de forma rutinaria cuando se sospecha una infección bacteriana o fúngica.

Existen bacterias como los estafilococos que crecen fácilmente en cualquier tipo de medio, y otras que sólo crecen en medios que llevan aminoácidos, suero o cofactores específicos. A este tipo de bacterias se les denomina “exigentes”. También existen bacterias que no se han conseguido cultivar en ningún medio de cultivo, es el caso de Treponema pallidum.

Es muy importante que el médico indique al laboratorio cuál es el microorganismo que sospecha puede estar causando los síntomas en el paciente. Esta información debe venir indicada en la hoja de solicitud de análisis.

El cultivo de microorganismos en el laboratorio implica la realización de los siguientes pasos:

  • La selección y preparación de los medios adecuados.
  • La siembra de las muestras.
  • La incubación de los medios en condiciones adecuadas.
  • La interpretación del crecimiento.

En esta unidad de trabajo estudiarás todos estos aspectos y aprenderás a hacer recuentos bacterianos, estos son útiles cuando se quiere determinar si existe posibilidad de una infección del tracto urinario (ITU).

Molécula orgánica con un grupo amino en uno de los extremos de la molécula y un grupo carboxilo en el otro extremo.

Componente no proteico, termoestable y de bajo peso molecular, necesario para la acción de una enzima. El cofactor se une a una estructura proteica, denominada apoenzima, y el complejo apoenzima-cofactor recibe el nombre de holoenzima.