La inoculación de medios líquidos se utiliza muchas veces en microbiología para realizar pruebas de identificación bioquímica a partir de las colonias aisladas que se quieren estudiar.
A continuación aprenderás los distintos procedimientos de siembra que están relacionados con el manejo de tubos.
- Para sembrar un caldo a partir de un inóculo líquido: Puedes utilizar como instrumentos de siembra un asa, un hisopo o una pipeta estéril.
- Tras homogenizar la muestra, sostén el tubo con tu mano no dominante, retira el tapón y toma el inóculo introduciendo asépticamente el instrumento de siembra elegido, en el tubo.
- Cierra el tubo tras la operación.
- Coge el medio estéril en el que vas a sembrar y realiza la transferencia del inóculo, introduciendo el instrumento de siembra en el tubo. Agita con cuidado el tubo para diseminar el inóculo.
- Descarta el hisopo, la pipeta o esteriliza el asa de siembra utilizada.
- Para inocular un caldo a partir de un inóculo sólido: Puedes utilizar un asa o un hilo de siembra para transferir la muestra. El hilo de siembra es una herramienta similar al asa, con sus mismas características (se calienta y enfría rápidamente) pero no tiene un anillo en el extremo.
- Tras tomar la muestra en condiciones asépticas, puedes agitar el asa dentro del tubo para que el inóculo se desprenda o puedes depositarlo en las paredes internas del tubo, inclinándolo unos 30º. Seguidamente vuelve a colocar el tubo en su posición original. El área de inoculación quedará de esta manera sumergida.
- En el caso que quieras inocular un medio semisólido: Toma el inóculo utilizando un hilo de siembra. Transfiérelo realizando una punción en el centro del medio de cultivo e introduciendo la punta del hilo hasta 2 o 3 mm del fondo del tubo. Seguidamente extrae el hilo y esterilízalo. A este tipo de siembra se le denomina siembra por picadura.
Existen una serie de reglas básicas que debes seguir en todos los procedimientos de siembra y que te ayudarán a que te salgan bien.