El crecimiento rápido de las bacterias es un factor muy importante a tener en cuenta en el laboratorio de microbiología, de él van a depender la mayor parte de las pruebas de identificación que se le van a hacer al microorganismo.
¿Cómo podemos hacer que las bacterias crezcan rápido?
Suministrándoles los nutrientes adecuados e incubándolas en unas condiciones ambientales óptimas para su crecimiento. Estas condiciones varían de unas bacterias a otras.
Los principales factores que debes controlar en el cultivo son los siguientes:
- Temperatura.
- Concentración de oxígeno.
- Concentración de dióxido de carbono (CO2).
En relación a la temperatura: La mayor parte de las bacterias de importancia clínica son mesófilas, crecen bien en un rango medio de temperatura entre 20 y 40 ºC con un óptimo entre 35 y 37 ºC. Solo en unos pocos casos se necesita utilizar temperaturas de cultivo más altas, de 42 a 45 ºC (Campylobacter, Pseudomonas). Muchas veces el laboratorio utiliza la capacidad de las bacterias para crecer a temperaturas más altas o más bajas como una manera de selección, es el caso de géneros como Yersinia o Listeria que son capaces de crecer a temperaturas de 4 ºC. A estas bacterias se les denomina psicrófilas. Se denomina termófilas a las bacterias con rangos óptimos de temperatura por encima de los 50 ºC.
Concentración de oxígeno: Para tener éxito en el cultivo deberemos incubar cada especie en las condiciones óptimas de concentración de oxígeno que requieran.Dentro de las bacterias de importancia clínica nos encontramos diferentes tipos de relación con el oxígeno:
- Bacterias aerobias estrictas, que sólo pueden crecer cuando hay oxígeno a su alrededor: Pseudomonas, Bordetella.
- Bacterias anaerobias facultativas, capaces de crecer tanto en presencia como en ausencia de oxígeno. Escherichiacoli, Salmonella o Shigella.
- Bacterias microaerófilas, para crecer necesitan concentraciones de oxígeno, inferiores a la atmosférica (entre 1y 2%) Campylobacter, Helicobacter.
- Bacterias anaerobias estrictas, que sólo pueden crecer en ambientes sin oxígeno. Clostridium, Fusobacterium, Prevotella.
Concentración de CO2: En algunos casos es necesario suministrar a las bacterias cierta concentración de dióxido de carbono para mejorar su crecimiento (entre un 5 y un 10%). A las bacterias que crecen mejor con dióxido de carbono se les denomina capnófilas. Neisseria, Haemophilus son ejemplos de este tipo bacterias. Estas bacterias se pueden cultivar colocándolas en un recipiente que contenga una vela encendida. Cerrando el recipiente, la vela se apagará al llegar la concentración de CO2 a la proporción citada.
Debes realizar la incubación de las placas de cultivo colocándolas en posición invertida en la estufa. De esta manera, se previene la formación de gotas de condensación en la tapa de la placa, que puede suponer un riesgo de exposición por contacto para el trabajador cuando la abra.