Caso práctico
Susana también está contenta al haber resuelto el enigma de por qué no crecieron sus cultivos. Seguramente no esperó el tiempo suficiente a que se enfriase el asa antes de coger las muestras, por lo que el excesivo calor habría matado a las bacterias.
Susana aprovecha para repetir las siembras y los dos se encargan del último paso del cultivo de las muestras, su incubación en las condiciones de temperatura, humedad y concentración de oxígeno adecuadas.
Al llevar sus placas a la estufa, Susana observa que en el laboratorio hay varias estufas de cultivo y que la mayoría de ellas están a 37 ºC.
-¿Todas las bacterias se tienen que cultivar a 37 º C? -pregunta Susana.
-La mayoría de las bacterias patógenas para el hombre sí -contesta Coro. Ten en cuenta que esa es la temperatura en el interior de nuestro organismo, si no crecieran bien a 37 ºC les costaría más causar una infección. Sin embargo esta temperatura no es la óptima en todos los casos. Algunas bacterias crecen mejor a temperaturas más altas, como Campylobacter o Pseudomonas cuya temperatura óptima de crecimiento ronda los 42 ºC.
Coro les explica la importancia que tiene el suministrar a cada bacteria unas condiciones óptimas para su desarrollo. Si no se hace así, las bacterias seguramente crecerán pero lo harán más lentamente y el diagnóstico de la infección se retrasará.
Lamentablemente en la rutina de trabajo de hoy no hay ninguna solicitud de análisis de anaerobios por lo que Carlos y Susana deberán esperar a otro día para poder desarrollar esos procedimientos.
Carlos y Susana se interesan por las condiciones de incubación de los microorganismos...