Una vez realizadas las extensiones cromosómicas Carlos y Susana preparan los materiales para su tinción.
La tinción es un paso importante, el estudio de los cromosomas se hace sobre las imágenes obtenidas de estos al microscopio.
Si la calidad de la tinción no es buena todo el análisis se resiente.
Como verás más adelante los cromosomas deben ser fotografiados con cámaras digitales acopladas a los microscopios.
De los portaobjetos extendidos para cada caso:
Existen varios métodos para teñir cromosomas utilizados en el estudio de las preparaciones cromosómicas. Los más empleados en rutina son el método de tinción convencional o tinción sólida que da lugar a unos cromosomas de apariencia uniforme y los métodos que dan como resultado la formación de bandas o áreas claras y oscuras en los cromosomas que se conocen con el nombre de métodos de bandeado.
En la tinción cromosómica se emplean colorantes de tipo Giemsa. Son colorantes que llevan una serie de compuestos que en solución están cargados positivamente por lo que se unirán al ADN que tiene una carga negativa neta. El tampón utilizado en estas técnicas de tinción es un tampón fosfato de pH 6,8.
También se puede utilizar Leishman, una mezcla de eosina y azul de metileno disueltos en metanol.
Colorante ácido de color rosado que se utiliza en histología (generalmente, junto con colorantes básicos como la hematoxilina) para teñir cortes histológicos de tejidos.
También llamado cloruro de metiltionina, es un colorante orgánico, de gran utilidad en el campo de la medicina, especialmente para teñir preparaciones microscópicas. Este uso aún se conserva, pues actualmente es utilizado en técnicas de coloración simple para el diagnóstico de ciertas patologías infecciosas, tales como, pitiriasis versicolor, eritrasma o meningitis por Haemophilus influenzae. También es frecuente su uso como colorante de contraste, como por ejemplo en la técnica de coloración de Ziehl Neelsen