El vocablo «dinámica» proviene de una palabra griega que significa fuerza.

La dinámica es la parte de la física que estudia las relaciones entre los movimientos de los cuerpos y las causas que los provocan, en concreto las fuerzas que actúan sobre ellos.

Como señalan CASTILLO, S., SÁNCHEZ, D.M. en su libro Animación y Dinámica de Grupos, no se puede hablar de dinámica de grupos sin hablar de Kurt Lewin, su fundador. Profesor en Harvard, en 1944 acuña el nombre de dinámica de grupos para caracterizar a los pequeños grupos en la vida y la dinámica que en ellos se desarrolla.

El grupo se convirtió en objeto de análisis. Cabe destacar sus trabajos y experimentos relacionados con el liderazgo y sus distintos estilos, el clima, la cohesión, la dinámica y la evolución de los grupos. Lewin concluyó que el grupo era un formidable instrumento para que cada uno de sus miembros pueda conocerse a sí mismo, a los otros, y para conocer, en sí, al propio grupo.

Lewin aportó a la Dinámica de grupos la metodología basada en los llamados “Talleres de Sensibilización”; reuniones grupales con un facilitador y un observador. Este último va informando al grupo de sus observaciones con el fin de ayudarlo a avanzar en sus análisis. En dichas reuniones se analiza lo que va sucediendo en el transcurso de las reuniones; centrándose en el aquí y el ahora del grupo.

Jacob Moreno es considerado el creador del psicodrama. El psicodrama es una forma de psicoterapia, inspirada en el teatro de improvisación. Según decía el propio autor: «Todos podemos y debemos subir al escenario y dar nuestra propia versión del significado que tiene para nosotros la vida.»

En esta técnica los participantes son actores que represen­tan, como en el teatro, diversas situaciones vitales. Ello libera creatividad y posibilita una catarsis tanto en el participante como en el pequeño auditorio. La actuación dramática es un estado interior interme­dio, un intermediario entre la fantasía y la realidad. La modalidad es ficticia pero la experiencia es muy real. La modalidad ficticia nos permite hacer cosas que aún se encuentran fuera de nuestro alcance en la vida real, tales como expresar emociones temidas, cambiar pa­trones de conducta o exhibir nuevos rasgos. Una vez que las hemos vivenciado, aunque en modo ficticio, es­tas nuevas experiencias pueden formar parte del reper­torio de nuestra vida real.

Todo el proceso requiere actores, escenario, director y auditorio. Siendo el animador el que supervisa el des­arrollo de las representaciones. Tanto el psicodrama como el role playing, se incorpora­ron en la práctica de la clínica y la docencia, convirtién­dose en instrumentos frecuentes en psicoterapia indi­vidual y de grupo, en formación y en pedagogía.

Desde 1947 hasta la actualidad se han ido desarro­llando y creando nuevas técnicas y estudios para mejo­rar el rendimiento y el desarrollo de los grupos, como una necesidad de avance de los procesos de cambio de los individuos.

Los avances en estas técnicas se han producido porque el cambio personal, mediante la experiencia de grupo, ha llegado a alcanzar resultados más profundos que lo que los mismos fundadores hubieran podido ima­ginar.

Asimismo, se ha reconocido la importancia que este tipo de técnicas tiene en su aplicación didáctica como herramienta para lograr aprendizajes significativos en los individuos.

En este sentido se pue­den considerar las técnicas de grupo como medios o herramientas que sirven para organizar la actividad o la di­námica de grupos; o dicho de otra manera, como el conjunto de procedimientos que se utilizan para lograr unos resultados en los procesos grupales.

Las Técnicas de Dinámicas de Grupo son maneras, procedimientos o medios sistematizados de organizar y desarrollar la actividad del grupo, sobre la base de conocimientos suministrados por el estudio de la Dinámica de Grupos.

La dinámica de grupos, haciendo un  símil, es el estado del grupo, el análisis de su situación, como hace un médico con un paciente, lo hace un animador con un grupo. Siguiendo este ejemplo, al igual que el médico puede recurrir a distintos medicamentos para tratar a su paciente, las técnicas son las herramientas para trabajar con el grupo según su estado.

En función del objetivo y las características del grupo, el animador utilizará unas u otras herramientas. Un martillo no servirá para atornillar un tornillo, sin embargo será de mucha utilidad para clavar un clavo. Del mismo modo se puede decir que ninguna técnica es válida para todas las circunstancias, por ello es de vi­tal importancia que se sepa elegir la técnica más ade­cuada para cada caso.

Los mecanismos defensivos que activan las perso­nas frente a los demás, no siempre les permiten liberarse de las máscaras sociales, los protocolos, la comunicación interesada, etc. Por ello las técnicas de grupo van a permitir llegar a relaciones humanas más profundas, y van a posibilitar el desarrollo de actitudes personales y hacia los demás a través de la libre expresión.  En este sentido, las técnicas de grupo son una forma de expresión de la riqueza inagotable de las relaciones humanas, diseñadas por el ser humano para el ser hu­mano; por y para abrir un sinfín de sendas por las que caminar juntos, descubriendo y vivenciando emocio­nes nuevas, ocultas o dormidas; abriendo sentimientos positivos de autoestima, de tolerancia y respeto hacia los otros.

Los conocimientos teóricos son en efecto, la base de cierto tipo de aprendizajes que participan en el cambio de creencias y actitudes, y permiten que las personas entiendan y manejen mejor su realidad. En las técnicas de grupo, las respuestas sólo tienen lugar a través de la experiencia con el otro en el marco grupal. En este sentido se pueden considerar como una respuesta social a la necesidad de adquirir conocimientos y habilidades a través de la práctica y la partici­pación en el grupo.

Las técnicas de grupo pues, pretenden integrar la teoría me­diante la experiencia y la práctica, el aprendizaje individual y grupal de manera participativa, así como el desarrollo de las habilidades cognitivas y afectivas. Por ello a las técnicas de grupo también se les llama vivenciales ya que hacen vivir o sentir las situacio­nes como si fueran reales. Las técnicas de grupo facilitan, por tanto, las relaciones humanas y potencian las actitudes cooperativas a través de la participación.

Consejos a tener en cuenta en las la puesta en práctica de las técnicas de grupo:

• Recuerda que debes elegir la técnica según el objetivo que quieras conseguir en el grupo.

• La dificultad de las técnicas ha de ser gradual.

• Has de valorar las diferencias individuales.

• Evita en lo posible la selección o eliminación de ningún participante.

• Utilizar técnicas variadas pero conocidas, con baja complejidad.

• Las instrucciones se han de dar de forma muy clara y con explicaciones adicionales si fuera ne­cesario.

• No se ha de potenciar la competitividad.

• Es conveniente dominar bien el desarrollo de las técnicas y actuar con prudencia cuando todavía no se tiene demasiada experiencia con grupos.

• Recuerda, si tienes poca experiencia, utiliza técnicas con un bajo impacto emocional.

En las siguiente tabla puedes ver la clasificación de las técnicas:

Método Oxford

Es una ma­nera de romper los subgrupos de siempre y provocar que se trabaje también con otros compañeros del gran grupo.

1. Primero: determinar el número de grupos que se quiere formar.
2. Segundo: formar los grupos. Para ello se van a ir numerando todos los miembros del grupo del 1 al 4 (soy el 1, soy el 2, soy el 3, soy el 4, etc.) Cuando terminen de numerarse se han de juntar los unos con los unos, los dos con los dos, así hasta los cuatro.

Collage

Con este método se pueden crear grupos pares, impa­res, tríos, parejas, etc., siguiendo los pasos siguientes:

• Para hacer grupos:

  • Se trata de hacer un collage con trozos de papel.

  • Se trocean distintas imágenes en tantos trozos como miembros queremos que conformen los grupos.

  • Los trozos de papel se doblan y se mezclan.

  • Todos los participantes deben coger un trozo.

  • Se explica que deben buscar a su grupo construyendo la imagen.

• Para hacer parejas:

  • En cada tira se escribe una frase conocida como  «quien se pica, ajos come», «vale más pájaro en mano que cien­to volando», etc.

  • Se escriben tantas frases como parejas se deseen formar.

  • Se parten los refranes en tiras, de doblan y se mezclan.

  • Se explica que deben buscar a su pareja construyendo el refrán.

Role-playing o representación de roles o juego de roles

• Se eligen tres personajes, animales o situaciones que se quiera que los participantes representen (sonidos de animales, sonidos de barco, posturas corporales, etc.).
• Se escriben tres veces en papeles separados que se doblan por la mitad.
• Cada miembro del grupo recoge un papel doblado.
• Se les indica que cada papel contiene una carac­terística que está repetida tres veces y que se trata de que encuentren la repetida.
• Para localizarse deben previamente representar el papel que les ha tocado.
• Se da la orden de empezar.

Opcional.

Cada animador debe conocer bien a su grupo y por tanto saber en qué ocasiones puede dejar que el grupo se junte formándose de modo natural (según sus prefe­rencias). Esto puede ser útil en según qué tareas donde se requiere de cierta productividad, ya demostrada por el grupo previamente, o simplemente en otras activida­des que el animador crea conveniente.

A continuación se expone una ficha modelo, que puede ampliarse o variar según las preferencias del cada animador, siempre y cuando no se omita ninguno de los pasos importantes que figuran en ella.

El material a utilizar, las instrucciones y el espacio de­ben adaptarse según la diversidad funcional de la que se trate.

Para realizar dicha adaptación es esencial tener claras cuáles son las características de éstas, así como los objetivos que se van a conseguir con los materiales a emplear. Algunos ejemplos de adaptación serían:

• En los materiales escritos. Adaptar el tamaño de la letra, hacer dibujos que faciliten la com­prensión, etc.

• En las instrucciones orales o escritas que debe dar el animador. Simplificar términos y utilizar sinónimos más sencillos, evitar párrafos muy largos, ampliar con explicaciones adicionales, etcétera.

• En el uso de materiales diversos. Aros, cascabeles, pelotas, etc.

• En la organización del espacio. Si hay personas con diversidad funcional, debes asegurarte de que el espacio es suficiente y ade­cuado para que se muevan con cierta comodidad, etc.

A continuación se detallan ejemplos de las distintas técnicas de dinámicas de grupo.

Ningún recurso de fuentes externas que requiera citar explícitamente sus datos de licencia ha sido usado en esta unidad, por lo que este anexo queda vacío. Todos los recursos utilizados, de fuentes internas, se acogen al Aviso Legal de la plataforma.