U.T.1.- CARACTERIZACIÓN DE LA ANIMACIÓN TURÍSTICA.

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1. Definición de turismo.

ATU_turismo.jpgEl consenso sobre el concepto de turismo recae sobre la opinión de que es sólo a partir del siglo XX cuando se puede hablar de turismo.

Una de las primeras definiciones, y la que sienta las bases de la línea evolutiva del concepto, es la que en la década de los años treinta emitió la Escuela Berlinesa: “movimiento de personas que aban­dona temporalmente su lugar de residencia permanente, por cualquier motivo relativo al espíritu, el cuerpo o la profesión”.

Más tarde algunos profesores de la Universidad de Ber­na, interesados en el tema como motivo de investigación universitaria, llegarían a defi­nirlo en 1942 como “la suma de fenómenos y relaciones que surgen de los viajes y de las estancias de los no residentes (…).

Además de estas primeras aproximaciones habrá otras que irán matizando y concretizando cada vez más no solamente el mismo concepto de turismo, sino toda una serie de conceptos periféricos y complementarios que acabarán en la definición mun­dialmente aceptada, de la OMT de 1994: "El turismo comprende las actividades que realizan las personas durante sus viajes y estancias en lugares distintos al de su entor­no habitual, por un periodo de tiempo consecutivo inferior a un año con fines de ocio, por negocios y otros".

Como elementos constantes y comunes en la secuencia de definiciones se pueden destacar: que es el movimiento de personas que se desplazan fuera de su residencia habitual, son los turistas, que esa estancia en el destino no es permanente sino acota­da, que turismo implica no sólo el traslado, sino también las actividades que se reali­zan, que la motivación que impulse al viaje puede ser cualquiera, y finalmente que el concepto “turismo” incluye también los servicios y los productos que se crean para la satisfacción de los turistas.

Para saber más

En el siguiente enlace puedes ver la página oficial del Ministerio sobre el Turismo:

Turismo.

2. Definición de animación turística.

Se entiende por animación turística la serie de acciones realizadas por uno o varios individuos sobre un grupo de personas con dos objetivos:

  • Desarrollar la comu­nicación, fomentar la vida social y la cultura en el seno de un establecimiento turístico, creando un ambiente idóneo y duradero.
  • Dinamizar y promover la econo­mía de la empresa.

ATU_01_01_animacion_turistica.pngEn primer lugar, conviene aclarar que, cuando se afirma que la animación turística es una serie de accio­nes, éstas han de ser entendidas como acciones continuadas, y en ningún caso se podrá aceptar bajo esta denominación una acción aislada. Éste es un error que se da con bas­tante frecuencia, sobre todo refiriéndose a un espectáculo nocturno o a un evento, más o menos especial, que se lleve a cabo por la noche. Siempre que se trate de una acción sola y aislada, no podrá admitirse ésta como una actividad de “animación turística”. En este caso, sólo se podrá hablar de una actividad de animación, sin adjetivo, o en el supues­to de utilizar alguno, no se podrá aceptar el de “turística”, ya que entraría en contradic­ción con la finalidad misma de la definición.

Los agentes o profesionales que llevan a cabo la animación turística  son los animadores turísticos, que serán los responsables de realizar las acciones sobre el grupo de personas. Aunque en la definición también se haga referencia al animador de forma singular, es poco frecuente que éste desempeñe su actividad profesional en solitario, ya que se suele trabajar en equipo y, simultáneamente, desde diferentes vertien­tes para la consecución de los objetivos previstos.

Resulta frecuente encontrarse en establecimientos turísticos con agentes no forma­dos, cuya base profesional está en la misma experiencia empírica (cuando la hay, que no es siempre); esto puede ser debido a lo joven que es aún esta profesión, a la fuerte deman­da que presenta y a la escasez de este tipo de profesionales formados. El estado ideal sería que todos los animadores pudieran contar con una base de conocimientos teóricos, refor­zados con una experiencia en el ámbito del turismo, tal y como se pretende con esta for­mación.

Cuando, siguiendo con la definición, más adelante se mencionan las intenciones de desarrollo de la comunicación y el fomento de la vida social, nos estamos refiriendo especialmente a los destinatarios de las acciones o actividades: la comunicación y la vida social que se pretende crear es un tipo de “caldo de cultivo” en el seno del cual se creen las siner­gias necesarias para que una gran parte del grupo se conozca y pueda llegar, si no a ser amigos al final del periodo vacacional, sí a ser buenos camaradas de viaje, y a compartir cuantas más buenas experiencias mejor; a fin de cuentas, es lo que un porcentaje elevadísimo de personas buscan y esperan en su tiempo de vacaciones.

Por esta razón todas las acciones tendrán que ser realizadas desde el seno mismo del grupo; esto quiere decir que los agentes actuarán como parte integrante y participante del grupo. Tampoco se pue­de entender la animación turística desde la alienación de los agentes; así pues, y rotun­damente, no se podrá hablar de animación turística cuando se trate de una acción o acti­vidad realizada por una contratación externa que haga el establecimiento, aunque se pro­grame varias veces por semana; al no participar ni del grupo ni de su evolución, la comunicación y la vida social, en el supuesto caso de que se den, solamente se producen por pura inercia.

Los destinatarios o los grupos de personas a los que van dirigidas las acciones en la animación turística presentan también algunas diferencias respecto a la Animación Sociocultural. Hablando de estas tipologías de destinatarios, Trilla propone una serie de colectivos entre los cuales hay coincidencia con los propios de la animación turística, sin embargo hay otros que resul­tan prácticamente inverosímiles para el animador, y bastante improbables de darse en establecimientos turísticos. Son los casos de colectivos como el de toxicómanos o el de personas con discapacidad, por citar algunos. Para el animador turístico resultan colectivos “inverosímiles” por la sola razón de que son poco frecuentes, por tanto, es poco probable que se den en un establecimiento turístico (entiéndase hotel, camping, etc.) de forma masificada y continua. Es posible que un establecimiento se dedique a acoger exclusivamente turistas de estos gru­pos sociales, especializando su programa de animación (colectivos de la ONCE, por ejemplo). Lo que sí puede ocurrir, aunque sea de forma muy puntual, es encontrarse alguna persona de alguno de estos colectivos en un establecimiento turístico, situación en la cual el animador debería hacer el esfuer­zo que fuese necesario para integrarlos en la comunicación y vida social que persigue.

Aunque en la definición de animación turística no se entre en especificaciones tipo­lógicas, sí se hará en su momento, ya que las diferentes clases de destinatarios en los esta­blecimientos turísticos van a suponer una de las grandes dificultades para el animador turístico. El agente tendrá que crear un programa de actividades basándose en el conoci­miento de las motivaciones de los distintos tipos de turistas que cada empresa tenga pre­visto recibir. El proyecto de animación turística no elige un segmento determinado de población o destinatarios entre los residentes que se esperan, sino que el colectivo objetivo de sus pro­puestas ha de ser el de todos los residentes del establecimiento. Ésta es otra de las cir­cunstancias que diferencian la animación turística de la sociocultural.

En cuanto a las intenciones de los agentes por fomentar la dimensión cultural, éstas van más allá de enfatizar aspectos humanos tales como el desarrollo personal, la relación, la comunicación etc., y van a pretender igualmente una difusión de la cultura autóctona de la sociedad en la que se encuentra el establecimiento turístico, o de la zona o región, y desde los más diversos puntos de vista, tales como costumbres, folclore, arte, gastronomía, etc.

El ensamblaje de todas estas piezas ha de llevar a crear un ambiente idóneo, coherente y adecuado al establecimiento donde se pretende crear.

Todas estas intenciones, que se relacionan con el fomento de la vida social dentro del establecimiento, son el primer objetivo, que además ha de servir para preparar la consecu­ción del segundo, que es la dinamización económica del establecimiento. Si la oferta de actividades es adecuada, con toda seguridad se respon­derá a las expectativas y a las necesidades de los residentes, con lo que se reducirá la necesi­dad de salir fuera del establecimiento para satisfacerlas, las podrán ver cumplidas a través del departamento de animación, momento en el cual se puede hablar de fidelización, ade­más de haberlos convertido en promotores, agentes de marketing y publicistas del estable­cimiento, ya que seguramente su buena experiencia será comentada a las personas cercanas, una vez de vuelta a su contexto social y laboral cotidiano al final de las vacaciones. Éste es, pues, el objetivo más importante del animador turístico y, a su vez, constituye otra de las dife­rencias remarcables con la animación sociocultural, ya que esta última acaba su exposición de intenciones sin llegar a un objetivo empresarial económico.

La Animación sociocultural tiene una triple dimensión: social o comunitaria, educativa y cultural. La Animación Turística incorporaría una cuarta dimensión: la económica, buscando el desarrollo económico del establecimiento turístico.

De la animación turística, además de los beneficios sociales, culturales, huma­nos y educativos, se esperan unos beneficios económicos a corto, a medio y a largo plazo.

El contexto económico en el que se da la animación turística es el de una empresa turística; formando parte de ella y como un departamento más, con todos los deberes y obligaciones que el hecho conlleva: ya no sólo se le pide que ejerza una función social, sino que también ha de cumplir una función empresarial.

3. Objetivos y funciones de los servicios de animación turística.

El objetivo principal de la animación turística es la fidelización del cliente, en otras palabras, conseguir que el cliente vuelva al hotel haciéndole entender que es la mejor opción para disfrutar de su tiempo libre. Por tanto, entendemos que el objetivo último de la animación turística es promover la economía empresarial.

Como objetivos secundarios podemos citar:

  • Aproveche de forma óptima su tiempo libre siendo agente activo del mismo.

  • Construya nuevas relaciones sociales, mejorando su vida social.

  • Mejore la comunicación, en la relación con los demás.

  • Se acerque a la cultura autóctona el lugar de manera lúdica.

La función fundamental de la animación turística es la EMPRESARIAL; conseguir que el cliente vuelva, prolongue su estancia o traiga nuevos clientes.

4. Historia del turismo y de la animación turística.

Conocer la historia del turismo nos abrirá nuevas perspectivas a la hora de planificar y crear itinerarios relacionados con la animación turística.

Es difícil precisar cuándo y cómo arrancó la historia del turismo. Durante varias décadas, cuestiones que ahora los historiadores del turismo identificamos como tal estuvieron imbricadas en historias más generales, sobre todo, en historias sociales o de usos sociales. El termalismo, el primer ciclo de veraneo, los primeros excursionistas o la afluencia de público en torno a las exposiciones internacionales de finales del XIX caracterizaban a las sociedades europeas de la época pero apenas merecían monografías o estudios especializados. La importancia de las mismas las fueron individualizando, dando personalidad y gestando una nueva especialidad.

Para saber más

En el siguiente enlace puedes ampliar los conocimientos sobre la historia del turismo:

Historia del turismo.

4.1. Época clásica.

Ya desde el Egipto faraónico, la Grecia clásica  o durante el Imperio Romano se tiene constancia de que los viajes políticos, los viajes económicos, incluso los viajes de placer, son bastante frecuentes. Existen crónicas de viajes de autores de la época donde se relatan actividades similares a las que hoy se consideran como turísticas. Así, por ejemplo, y citando a otro autor, Ovidio rela­ta las salidas de ciudadanos de Roma en periodos estivales hacia villas localizadas a ori­llas del mar, como claro antecedente de los centros de vacaciones actuales.

La animación turística también encuentra en esta época sus precedentes, con las representaciones teatrales griegas y los grandes espectáculos de la civilización romana; que representan el entretenimiento o el ocio popular a pequeña escala.

4.2. Entre la época clásica hasta la Edad Media.

Una de las grandes características de este periodo es que los viajes en lugar de “disfrutarlos” “se sufrían”. Esto era debido a las incomodidades en las que se realizaban y a las deficiencias de los medios de transporte. A esto se unía la escasez de infraestructuras, pero sobre todo, y como consecuencia de estas dificultades, lo dilatado en el tiempo que resultaba cualquier tipo de viaje.

Otra de las características que define esta franja de tiempo es que el viaje no es el fin en sí mismo, sino que responde a una necesidad de alcanzar un destino. Por otra parte, quien se desplaza es una minoría que mayoritariamente pertenece a clases altas privilegiadas, ya que eran en definitiva las que disponían de medios materiales para podérselo permitir. El hecho que resultaba más frecuente era que la población naciera, viviera y muriera sin haber salido siquiera de su entorno geográfico inmediato, y sólo un porcentaje escaso de personas se aventuraba al arriesgado ejercicio de viajar.

Los grandes motivos de los viajes, o por lo menos los más frecuentes, respondían a las necesidades de procurarse de materia prima, bienes de subsistencia o de ampliar política­mente sus territorios. Paralelamente, hay que tener en cuenta que el descanso y la salud eran también motivaciones que se daban en las clases sociales más privilegiadas, pudién­dose considerar como una práctica exclusivamente elitista.

4.3. Edad Media (del s. XII al s. XV).

ATU01_Recursos_ATU_01_02_juglar.jpgEn concreto, estas actividades viajeras decaerán durante la Edad Media, pero darán paso a otro tipo de viaje que será el antecedente del turismo religioso. Con el Cristianis­mo llegarán las peregrinaciones a lugares santos y las Cruzadas. Ambos hechos impulsa­ron vigorosamente el desarrollo del comercio como respuesta a las necesidades que gene­raron las masas de soldados que recorrían Europa de un extremo al otro.

La animación turística como tal es una disciplina muy nueva; su historia es reciente y tan sólo se remonta escasamente a cinco décadas. Nace muy relacionada con la anima­ción sociocultural y este hecho podría ser la causa que origi­nó la gran confusión existente hoy día a la hora de hablar de un tipo de animación o de otro.

En este periodo, encontramos tres figuras antecesoras del animador turístico: los trovadores, los juglares o los saltimbanquis.

  • TROVADORES: Componían obras musicales y poesía. Sus obras eran interpretadas por ellos mismos o por juglares.
  • JUGLARES: tocaban instrumentos, cantaban y contaban historias o leyendas.
  • SALTIMBANQUIS: Hacían ejercicios gimnásticos y acrobáticos.

Relacionados con la vida rural, en un primer momento del proceso, acabarán animando y fomentando el buen ambiente en las calles de los centros urbanos, que en ese momento están en plena expansión, incitando a su vez a otras per­sonas a complementar la oferta de ocio y servicios.

En ese contexto, el fenómeno que más se aproxima al concepto actual de animación turística es el de la kermés o feria. Las kermeses se regularizan en, prácticamente, todas las urbes al final de la Alta Edad Media, sobre todo en el centro de Europa, donde ya las grandes catedrales góticas atraían a multitud de fieles en unas fechas determinadas, que se relacionan con las fiestas patronales, momento en el cual, desde las catedrales, se saca­ban en procesión las reliquias o las imágenes más veneradas. La atracción que ejercían estas procesiones sobre los fieles era tal que muchas personas se congregaban alrededor de estas iglesias con días de antelación para asegurarse un buen lugar cuando pasara la reliquia en procesión. El poder tocarla podría suponer la consecución de una petición que se hacía al santo, que solía ser el patrón de la iglesia o del municipio.

La imposibilidad de dar cabida en interior del templo a todos los visitantes que que­rían acceder y los buenos augurios que suponía que pudiera aportar al municipio el reco­rrido por sus calles de la imagen o reliquia hicieron posible el fenómeno de las procesio­nes. Sin duda éste es el momento histórico que se puede considerar como el inicio de lo que ha llegado hasta nuestros días con la denominación de fiestas patronales municipa­les, y con ellas también las ferias.

Las kermeses se organizaban alrededor de las iglesias y catedrales, generalmente en las explanadas delan­te de la puerta principal, o incluso en el interior de las mismas. Existían, igual que hoy en día, unos puestos o tenderetes que se colocaban unos al lado de los otros y que vendían desde reliquias o recuerdos, hasta productos propios de la zona o incluso alimentos. Junto a ellos se situaban los puestos de juegos, donde, también al igual que hoy, se podía probar suerte previo pago de una pequeña cantidad. El juego de arrojar anillas a botellas es un buen ejemplo de ellos, al igual que el de pescar objetos con una caña, o el de derribar objetos con una bola o pelota. Muchas de las técnicas y de las propuestas que en la actualidad se ofrecen aún en las ferias y en los parques lúdicos tie­nen su origen en la Edad Media, y lo que ha hecho la Historia es perpetuarlas hasta nues­tros días.

4.4. Edad Moderna (del s. XV al s. XVIII).

ATU_01_03_edad_moderna.jpgEn la Edad Moderna (del S.XV al XVIII) llegarán nuevas formas y necesidades de viajar. La curiosidad por saber y por ampliar los límites del conocimiento llevará a organizar viajes y expediciones marítimas prácticamente inéditas hasta el momento. A esta nueva necesidad se le unirá el espíritu aventurero, que fomentado por la asimilación paulatina de una infinidad de nuevos conocimientos y tec­nologías, aportarán un nuevo giro a los viajes, haciendo que se decanten hacia fines comer­ciales, que llevarían al hombre hasta destinos realmente insospechados. Entre esta tipo­logía de viajes y viajeros cabría destacar la figura de Cristóbal Colón.

Pero será en el periodo posterior al siglo XVI cuando realmente se gesten las bases del turismo moderno, momento histórico en el que aparece el término “Gran Tour”, del cual se originará el de “turismo”.

Otro punto de vista que se ha de tener en cuenta es la emergente clase media, que sobre todo en un principio se daba en el Reino Unido, como consecuencia de la Revolu­ción Industrial. A este hecho se le tendría que añadir que dicha Revolución también pro­pició la mejora y el incremento de los medios de transporte. Como resultado de esto se produjo un aumento del número de personas que viajaban por placer, tendencia que se ha mantenido hasta nuestros días.

Será en la Inglaterra del XVIII cuando en el seno de las gran­des familias, a los jóvenes, y como colofón a los conocimientos adquiridos en los colleges y las universidades, se les recomiende viajar por el continente europeo, sobre todo, y en un primer momento, con destino a Italia.

Este fenómeno se irá generalizando poco a poco, hasta saltar las fronteras y ponerse de moda en varios países del continente. También fomentará la aparición de una gran bibliografía de experiencias de viajes y rutas realizadas por toda Europa.

El concepto turismo se fragua en Inglaterra a finales del siglo XVIII, como una de las consecuencias del cambio de costumbres que conllevó la Revolución Industrial en dicho país. Aunque, en realidad, no empezó a ser analizado como un auténtico fenómeno social hasta la llegada del turismo de masas, al inicio de la segunda mitad del siglo XX.

Paralelamente al “Gran Tour”, vuelve a aparecer con fuerza el interés por los baños termales. Los médicos empiezan a aconsejar a sus clientes los tratamientos curativos que se ofrecen en estos centros. En los centros termales, y junto a las terapias medicinales, se organizan actividades de entretenimiento y diversión, destinadas no sólo a los pacientes, sino también a sus acompañantes.

Una evolución muy similar presentan los baños en agua de mar. Con los mismos componentes de curación y diversión que utilizaba el termalismo tradicional, esta nueva modalidad fue tan exitosa a finales del XVIII que eclipsó incluso a la forma tradicional. Gran parte de su éxi­to respondía, seguramente, a la novedad que representaba la orilla del mar y las posibili­dades de diversificación de la oferta de actividades de ocio y lúdicas complementarias.

Canarias. Una de las razones por las cuales se desarrolló el turismo en Canarias fue la salud. En el siglo XVIII un elevado número de naturalistas y exploradores, decidían parar en las Islas mientras se dirigían en sus rutas expedicionarias. Ellos fueron los que resaltaron la benignidad del clima de las islas para la cura de los aquejados de afecciones pulmonares y otras patologías.

4.5. Siglo XIX.

Durante todo el XIX el desarrollo de los medios de transporte evoluciona espectacu­larmente, propiciando no sólo más velocidad a los viajes, sino también más comodidad y mayor capacidad para viajeros y mercancías. 

Una fecha trascendental para la historia del turismo es el año 1841, cuando el britá­nico Thomas Cook arrendó un tren para transportar a más de 500 personas incluyendo en el precio el viaje de ida y vuelta, una merienda y la posibilidad de realizar algunas actividades lúdicas como complemento. Este evento fue un precedente que, debido al éxito, Cook repitió más veces, ampliando en cada ocasión los servicios que ofrecía. Nacían así los paquetes turísticos y, con ellos, las agencias de viajes.

Es también en el siglo XIX cuando tiene lugar la gran evolución de los establecimien­tos turísticos de alojamiento. El suizo Cesar Ritz será el motor de una nueva concepción de hotel, que aplicará, con un éxito sin precedentes, a varios establecimientos de aloja­miento, lo cual supuso el nacimiento de una cadena con un prestigio y un renombre que aún perduran en la actualidad.

Hasta la Primera Guerra Mundial el fenómeno del turismo adquiere unas dimensio­nes jamás vistas hasta el momento, y países como Suiza, Austria, Italia, Francia y el Rei­no Unido obtuvieron gracias a él importantes ingresos anuales. Una vez iniciado el con­flicto en Europa se paralizará por completo el crecimiento y la expansión del turismo, y, con ellos, toda la industria complementaria que se generaba a su alrededor. La tecnología y la investigación se decantarán hacia las demandas de otro tipo de industria: la bélica.

Otro momento que será muy importante por sus aportaciones a la evolución y desa­rrollo del ocio, y con él a la animación turística, será la época dorada que los balnearios volvieron a tener en el siglo XIX. La preocupación por la salud, fuertemente ligada al termalismo, provocó toda una serie de propuestas de actividades encaminadas a ejercitar el cuerpo en pos de una buena salud. Entre esas actividades figuran de forma destacada las deportivas, pero ahora se practicarán ya no con un fin competitivo, sino como un fin tera­péutico, fruto de esa nueva preocupación por la salud. Este fenómeno evolucionará has­ta llegar al denominado actualmente como ocio corporal; los centros deportivos y gim­nasios de nuestras ciudades son un claro ejemplo de su revisión y actualización.

ATU_01_05_azuaje2000.jpgATU_01_04_azuaje1930.jpgCanarias. A partir de la década de los ochenta del siglo XIX, miles de enfermos empezaron a frecuentar las islas de Tenerife y Gran Canaria para curar o aliviar enfermedades reumáticas, cutáneas, pero sobre todo respiratorias, entre las que destacaba la tuberculosis. Eran los años que las propiedades beneficiosas del agua y la brisa marinas se habían generalizado y que se recomendaba la terapia a base de los baños en las aguas del mar; por ello la existencia de un litoral para su práctica fue primordial, a lo que se unía el cielo abierto y claro de las Islas.

Además de las cualidades climáticas y medioambientales de las Islas, el desarrollo del turismo se produjo en un momento histórico concreto donde confluyeron varias causas. Entre ellas destacaría el desarrollo de las comunicaciones marítimas con las Islas y la costa occidental de África, sobre todo en la segunda mitad del siglo XIX, unido a la mejora de nuestros puertos.

Bajo estas favorables condiciones el inicio del turismo moderno en Canarias comenzó en el Puerto de la Cruz en 1886 con la construcción del Sanatorium del Valle de la Orotava, el primer hotel sanatorio de Canarias. En nuestra isla aparece como primera insignia el hotel Santa Catalina, seguido por el Hotel de Santa Bríguida.

En las imágenes puedes ver la comparativa del Hotel Balneario de Azuaje (Moya) en 1930 y la actualidad.

4.6. Siglo XX.

El fenómeno del “Gran Boom” del turismo se da en el siglo XX, tras la segunda Guerra Mundial, momento en que surgen las principales condiciones para el desarrollo de la actividad. Sin embargo, durante la primera mitad del siglo , el turismo se va consolidando, prevaleciendo una actividad de Elite, motivada por los centros ubicados en la frías playas del norte de Europa y los grandes y lujosos cruceros.

1919-1950

Ha finalizado la Primera Guerra Mundial y es el momento del desarrollo de los principales transportes. Henry Ford fue uno de los protagonistas de esta época. La producción en masa de los automóviles bajo su desarrollo de la cadena de producción abarató los costes del producto. El automóvil se presentaba ahora como un medio eficaz y cómodo para desplazarse.  También se impone en el turismo el avión, aunque tímidamente, las compañías aéreas se imponen a las navieras en el transporte de pasajeros.

1950-1973

Ya hablamos del Boom turístico. El turismo internacional crece más rápidamente de lo que lo había hecho en toda la historia. Entre 1950 y 1975, de acuerdo con los datos de la Organización Mundial de Turismo, las llegadas internacionales turísticas se incrementaron en casi nueve veces (de 25 a 222 millones). Después de la guerra siempre llega la paz y, con ella la estabilidad política. Es el gran momento para el desarrollo del turismo. El nuevo orden internacional y la estabilidad social permiten el desarrollo y la pasión por el ocio en el mundo occidental. 

1970-1980

La crisis energética del 73 afecta a todos los sectores. Por supuesto, el turismo no iba a ser menos. El transporte siente de una forma especial la crisis y no es superada hasta 1978.  

1990

La caída del muro de Berlín es la apertura a un nuevo mundo, nuevos destinos a los que poder acceder. Si a eso se le suma que la competencia de las compañías aéreas favorece el abaratamiento de los vuelos internacionales da como resultado un nuevo crecimiento, aunque moderado, del turismo internacional. Entramos en el tercer milenio dando acceso a los viajes a todo el mundo a toda la población.

Desde el 2000 en adelante (S. XXI)

Entrado el s. XXI, el único factor más importante que diferencia al turista de esta nueva era del turista del siglo pasado es el uso de las nuevas tecnologías.

El boom turístico de sol y playa. Fenómeno de los años 60. El desarollo económico estaba basado en la industria y en el turismo de sol y playa.

Para saber más

En la siguiente presentación puedes conocer más sobre el Turismo del siglo XX:

4.6.1. Periodo entre guerras (de 1918 a 1939).

Sin embargo, el periodo de entreguerras supone un gran impulso en los medios y las redes de transporte y comunicación. Éstos se han desarrollado y evolucionado espec­tacularmente para satisfacer las necesidades urgentes que dictaba la guerra, pero aho­ra, en tiempo de paz, se adaptarán con la finalidad de aportar beneficios sociales y para las personas. El resultado de esta adaptación serán unos medios de transporte más rápi­dos, más cómodos, más seguros, pero sobre todo más económicos: autobuses, trenes y aviones son las grandes figuras del momento. Y por si todo esto fuera poco, en 1914 hace su aparición el automóvil, que acabará por revolucionar el mundo del transporte de personas.

El consumo del fenómeno turístico es aún en esta época ciertamente elitista y se prefieren destinos del norte de Europa o de esquí en los Alpes, especialmente en los suizos. Esta evolución al alza del turismo se verá truncada con violencia como conse­cuencia de la crisis económica que provocó el crack de la bolsa neoyorquina en 1929, y que arrastró con ella a todas las demás economías, incluida la europea, que no con­siguieron recuperarse hasta el año 1938, pocos meses antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial.

La paralización económica que supuso la Segunda Guerra volvió a cortar esos com­portamientos turísticos que presentaban las clases más acomodadas. En los seis años que duró el conflicto bélico la inactividad fue prácticamente total, y se tendría que esperar hasta casi el inicio de la década de los cincuenta para volver a detectar de nuevo una acti­vidad turística que, ahora ya sí, se convertiría en una avalancha desbordante, la cual desem­bocaría finalmente en el conocido como boom del turismo de masas.

4.6.2. Desde el final de la SGM (1945).

Con este marco histórico, se llega hasta el siglo XX, en el que la evolución se ve trun­cada por las dos Grandes Guerras. Será al final de la Segunda cuando realmente se pue­da hablar de animación turística. El ejemplo más emblemático de todos los vividos en esta época lo va a aportar un belga llamado Gerard Blitz, creador del Club Mediterranée (actual Club Med); un espacio al aire libre concebido para disfrutar del ocio y del deporte en una playa desierta de Baleares.

Una vez acabada la Guerra cada país se dedicará a rehacerse interiormente a todos los niveles, y en poco tiempo Europa será un lugar seguro y estable, que reunirá las con­diciones indispensables para volver a posibilitar los desplazamientos, y con ellos el turis­mo, que desembocó en la década de los años cincuenta en el fenómeno turístico de masas. Las causas que propiciaron su aparición habría que buscarlas en una serie de factores que tienen sus raíces en esa estabilidad, que se dio tanto en el ámbito de la política como en el de la económica o el social, una vez finalizada la reconstrucción de todas las estructu­ras malogradas durante el conflicto. Entre los factores que más influyeron cabe destacar los siguientes:

  • Mejora e incremento de los aspectos técnicos, mucho más espectacular que en el periodo anterior de entreguerras, entre los cuales destacan los medios de trans­porte.
  • Aumento del poder adquisitivo de la población. Crecen las clases medias como consecuencia del vertiginoso desarrollo industrial y de la producción.
  • La paz internacional y la garantía del orden permitieron el desarrollo turístico de determinadas zonas y países que canalizaron la demanda.
  • El acceso creciente de la población a la cultura, que despertará nuevas necesida­des y horizontes por descubrir.
  • El paso de una vida con un carácter marcadamente rural a otra de acusado carác­ter urbano, donde la misma ciudad, el estrés y la contaminación provocan la nece­sidad de evasión, de descanso y de contacto con la naturaleza.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Gérard Blitz, judío y de familia intro­ducida en el negocio de la talla de diamantes, intenta desvincularse de las actividades de su familia y se ocupa de sus antiguos camaradas, aquellos con los que había combatido contra los nazis durante la resistencia y que, después de ser deportados, ahora volvían muchos de ellos de los campos de concentración. Blitz, que había sido campeón de nata­ción en su país, además de ser un sindicalista en activo, se dedica a organizar vacaciones de descanso para estas personas. Tiene la idea de recompensar sus sufrimientos con una especie de “paraíso en la tierra”, donde el espíritu de camaradería será esencial en su objetivo.

El alojamiento se organizaba en tiendas de campaña. En cada tienda se instalaban ocho personas, precisamente el mismo número que comensales en cada una de las mesas, y que pasajeros en los camarotes de los trenes que les transportaban a su destino. Las comidas se ofrecían en tipo bufé para evitar al máximo la idea de servir unos a otros y, por tanto, desechar las clases. La bebida era distribuida de la misma manera. Se aplicaba el tan actual todo incluido (TI). Para este proyecto Blitz creó una asociación de carácter no lucra­tivo, al recibir subvenciones oficiales que lo hicieron posible; conseguía así que a las per­sonas a las que iba dirigido el proyecto no les supusiera un esfuerzo demasiado grande el enrolarse en ese nuevo concepto de vacaciones.

A parte de esa manera novedosa de idear unas vacaciones, Blitz apostó fuerte por un programa de actividades muy variadas para ser realizadas con sus turistas. Este progra­ma se extendía a lo largo de todo el día para acabar por la noche, después de cenar, en una gran fiesta “entre amigos”. Las actividades, eminentemente deportivas, y las fiestas por las noches determinaron el fomento de las relaciones y la creación de un ambiente adecuado en donde la vida social de la comunidad era su objetivo principal.

El primer gran campamento llegó en el 1950, precisamente en nuestro país, en la isla de Mallorca, en Alcudia. Blitz negoció con el municipio la instalación de su proyecto en unos terrenos a orillas del mar. La primera polémica surgió poco después de instalarse; los vecinos del municipio acusaron ante su alcalde a los visitantes, tildándolos de inmo­rales. Esto provocó que, como solución a la disputa, se vallara el perímetro del campa­mento para así evitar los posibles “malentendidos” entre los paisanos y los extranjeros. A partir de entonces, los posteriores destinos se vallarían siempre para evitar posibles altercados de este tipo.

El proyecto resulta ser tan exitoso que se continúan abriendo clubes en otros pun­tos de la geografía litoral europea, ampliándose la gama de deportes practicados al abrir nuevos horizontes y oportunidades que se basan no sólo en el medio acuático sino de toda índole. Será en 1956 cuando se abre el pri­mer destino de montaña, haciendo énfasis en la práctica de deportes de invierno, for­zando a una inminente democratización de este nuevo tipo de ocio.

Blitz articuló su proyecto a partir de las características, finalidades y objetivos de la animación turística; ésa fue su auténtica columna vertebral y su razón de ser. Ése ha sido el motivo de su éxito. El proyecto Club Med se puede, por tanto, o como mínimo en su periodo inicial, catalogar como modelo y ejemplo de animación turística aplicada a una empresa del sector.

Está claramente consensuado que el turista, tal como se define hoy en día, aparece en el siglo XX, y que para definir el fenómeno durante periodos anteriores se recurre al denominado COMPORTAMIENTO TURÍSTICO.

Gérard Blitz fue un empresario belga y yogui. Nacido en Amberes, era hijo de Maurice Blitz y sobrino de Gérard Blitz, ambos miembros del equipo nacional belga de waterpolo que ganó medallas olímpicas. Fue apolítico durante la década de 1930, pero se unió a la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial.

es una expresión que surge tras el logro social que supone la democratización del mismo y que da acceso a la mayoría de la población a las vacaciones.

Para saber más

ATU_01_06_tenerife.jpgEn Canarias, en las dos primeras décadas del siglo XX comienzan a hacer acto de presencia el turismo alemán, en contraposición al siglo XIX.

Las siguientes décadas, marcadas por las dos Guerras Mundiales y la Guerra Civil Española, estuvieron marcadas por la interrupción definitiva del turismo extranjero.

Sin embargo, a partir de los años sesenta, el desarrollo del turismo posee unas características muy diferentes: el turismo de masas. Este modelo turístico ya no está protagonizado por un turismo de élite como el de décadas anteriores, sino por amplias capas de la clase media de la Europa occidental como consecuencia de la recuperación económica y la prosperidad de los años sesenta y setenta, y que aún pervive, con ciertas variantes, en Canarias.

ATU_01_08_historiacanarias.pngATU_01_07_historia.pngLa experiencia Med es repetida por varias empresas del sector turístico que ven esta adaptación de la animación sociocultural como el gran remedio a muchos de sus males. Se inicia de esta forma la incursión de la animación en los establecimientos turísticos, que en un primer momento serán los de alojamiento.

En este contexto llega a nuestro país a mediados de la década de los setenta, momen­to en el que se establecen algunas empresas de servicios de animación, cuyo objetivo era el ofrecer sus servicios a los hoteles de la extensa costa española. Son empresas que for­man a sus profesionales en unas semanas y que después los enviarán a la costa a aplicar un programa de actividades que, normalmente, se ha confeccionado en las oficinas cen­trales de la misma empresa. La intención es buena, pero los resultados, con mucha fre­cuencia, no los son, por lo que el animador turístico irá ganándose una fama de persona poco formal, poco cumplidora, en definitiva, poco profesional, aunque sus servicios se reclamen más y más en todas las empresas del sector.

Rápidamente la demanda de animadores turísticos crece y crece sin lograr cubrirla ni en un mínimo porcentaje: no hay profesionales y esto hace que los empresarios tomen los servicios de cualquier persona que sepa hablar idiomas y sea más o menos abierta y con don de gentes. Se ha creado un gran vacío de formación de profesionales. Las empresas de servicios preparan en un par de semanas a sus futuros profesionales, pero en su trayectoria laboral acaban enfrentándose a la falta de recursos técnicos.

A parte de las empresas de servicios, no existe en nuestro país un centro docente que se plantee este tipo de formación. Habrá que esperar hasta 1985 a que, en Barcelona, una escuela de turismo decida crear un programa de formación específica, confeccionada a partir de animadores, con varios años de experiencia, y de las necesidades de varios empre­sarios del sector.

En los años 90 llegarían los cursos de formación ocupacional, que también con­tribuirían al lento reconocimiento de esta nueva profesión por parte no sólo de los empre­sarios, sino de todo el público en general.

4.7. Siglo XXI.

ATU_01_09_historiaXXI.pngFinalmente, el día 7 de marzo del 2003 apareció publicado en el Boletín Oficial del Esta­do (BOE) el Real Decreto del ciclo formativo de grado superior de Técnico en Animación Turística, quedando así la profesión fijada y regulada en nuestro país. (RD/278/2013).

En la actualidad, la formación específica de animación Turística se recoge en el currículo del ciclo formativo de grado superior de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística del 18 de noviembre de 2011 (RD /1684/2011).

4.8. Cuadro Resumen.

HISTORIA DEL TURISMO Y DE LA ANIMACIÓN TURÍSTICA

EDAD ANTIGÜA

S.III a.D. hasta S.V d.C.

  • Egipto Faraónico. (S.III a.C.)
  • Grecia Clásica (S. V-IV a. C)
  • Imperio Romano (S.I. a. C – V d.C.)
  • Viajes políticos, económicos y de placer: solo clases altas.
  • Precedentes animación turística: representaciones teatrales griegas y a los grandes espectáculos de la civilización romana: el entretenimiento o el ocio popular a pequeña escala.

EDAD MEDIA

ALTA EDAD MEDIA

S. V D.C. hasta S. X

  • Viajes sufridos = Deficiencias medios de transporte +largos viajes
  • Viaja una minoría: práctica elitista.
  • Motivos: búsqueda materia prima, bienes de subsistencia o de ampliar política­mente sus territorios.

BAJA EDAD MEDIA

S. XI - S. XV

  • Cristianismo: peregrinaciones lugares santos =antecedente turismo religioso.
  • Trovadores, juglares, saltimbanquis: animación callejera
  • Ferias o Kermeses alrededor de las iglesias o catedrales, fiestas patronales: procesiones de santos=buenos augurios = tocarlos para pedir deseos=inicio fiestas patronales actuales.
  • Kermeses: puestos de recuerdos, alimentos y juegos (antecesores de juegos de ferias y parques lúdicos actuales.

EDAD MODERNA

S. XV - S. XVIII

  • Nuevas formas y necesidades de viajar: curiosidad por saber y por ampliar los límites del conocimiento + fines comerciales = viajes y expediciones marítimas (ej. Colón)
  • Aparición término Gran Tour (S. XVII)
  • Revolución Industrial (finales XVIII) = emergente clase media + mejora medios de transporte +aumento núm. Personas que viajan por placer.
  • Baños termales (tratamientos médicos + actividades de ocio)
  • Baños de agua de mar (baños de mar + actividades de ocio)
  • CANARIAS: Turismo por salud (clima + baños de mar +balnearios)

 

SIGLO XIX

  • Evolución espectacular transporte: viajes más rápidos, cómodos y seguros.
  • Thomas Cook (1841): Primer paquete turístico+ primera agencia de viajes.
  • Cesar Ritz: nuevo concepto de hotel.
  • Época dorada de los balnearios: preocupación salud (tratamientos médicos + actividades de ocio + actividades deportivas)
  • CANARIAS: Turismo por salud (Tnfe + G.C.) = terapia de baños de mar y balnearios. Desarrollo puertos y comunicaciones marítimas. Construcción 1ºs hoteles.

SIGLO XX

  • Inactividad durante las Guerras Mundiales y la Guerra Civil Española.
  • Periodo entre Guerras: Gran impulso en los medios y las redes de transporte y comunicación: trenes, autobuses, aviones, automóvil.
  • Medios de transporte más cómodos seguros y económicos.
  • Consumo elitista del turismo.
  • Años 50-60: Turismo de masas (península)
  • Años 70: Turismo de masas (Canarias) Presencia turismo alemán y de otras clases medias de Europa Occidental. 
  • Gerard Blitz (1950): creador Club Mediterraneé (primer proyecto de animación turística).
  • Años 70: Llega la animación turística a España: Inicio empresas de animación para hoteles. Personal no titulado.
  • 1994: Definición de Turismo por la OMT.

SIGLO XXI

  • 2003: Primer Título Animador Turístico.
  • 2011: Primer Título Animador Sociocultural y Turístico.

5. Tendencias y ámbitos emergentes de la animación turística.

Es imprescindible hacer referencia a que el futuro de la profesión pasa por una mayor concienciación de la importancia que tiene en el seno de cualquier empresa turística, pues­to que es capaz de dinamizarla económicamente, y que este hecho es inviable si no se con­templa la animación como un departamento más de la infraestructura empresarial, otor­gándole esta categoría y gestionándolo como tal. Por tanto, la previsión de futuro en establecimientos turísticos pasa por disponer de unos profesionales que ante todo pue­dan y sepan gestionar todos los recursos en función de los objetivos empresariales que marquen las políticas de empresa en cada uno de los establecimientos donde se apliquen proyectos de animación turística.

En cuanto a la contratación del personal de animación la tendencia actual es que sean las empresas de animación quienes ofrezcan sus servicios a los hoteles, siendo muy excepcional que éstos contraten directamente a los animadores/as.

En los equipos pequeños de animación se prioriza la multifuncionalidad, donde los animadores puedan asumir todas las tareas del programa turístico.  En equipos grandes de animación se da la especialización de un número de animadores dentro del equipo, que ofrecen servicios concretos (Por ejemplo, la cadena Anfi en Gran Canaria cuenta con un personal trainer dentro de su equipo de animación).

Respecto a la población destinataria cabe señalar la tendencia a la segregación del turismo, obligando al sector turístico y a la animación, por ende, a adaptarse. Por ejemplo, en el sur de Gran Canaria son muchos los hoteles especializados en el coletivo LGTB y otros en la población single, donde el programa de animación se adapta por completo a las características de los destinatarios (no hay miniclub, se priorizan las noches temáticas, ...).

6. Ámbitos de aplicación de la animación turística.

Con el fin de que este material te sea útil se ha centrado la clasificación siguiendo la normativa vigente en Canarias:

DECRETO 142/2010, de 4 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de la Actividad Turística de Alojamiento y se modifica el Decreto 10/2001, de 22 de enero, por el que se regulan los estándares turísticos.

Es importante que el profesional de la animación turística tenga claro la tipología de establecimientos susceptibles de ser el contexto laboral en el que pueden prestar sus servicios.

Aquí se recoge la tipología más frecuente, la que se prevé que pueda acoger sus pres­taciones como profesional.

Establecimiento turístico de alojamiento: el inmueble, conjunto de inmuebles o la parte de los mismos que, junto a sus bienes muebles, constituye una unidad funcional y de comercialización autónoma, cuya explotación corresponde a una única empresa que oferta servicios de alojamiento con fines turísticos, acompañados o no de otros servicios complementarios.

Para saber más

En los siguientes enlaces puedes ver la normativa reguladora turística en la CCAA de Canarias:

El presente Reglamento tiene por objeto ordenar la actividad de alojamiento turístico desarrollada en establecimientos ubicados en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias:

Decreto 142/2010, de 4 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento de la Actividad Turística de Alojamiento y se modifica el Decreto 10/2001, de 22 de enero, por el que se regulan los estándares turísticos.

Ley 2/2013, de 29 de mayo, de renovación y modernización turística de Canarias.

6.1. Modalidades.

ATU01_HOTELESLos establecimientos turísticos de alojamiento se clasificarán en las siguientes modalidades:

  1. Hotelera.
  2. Extrahotelera.

En modalidad hotelera está integrada por cuatro tipos de establecimientos, en función de la calificación del suelo en el que se asientan, servicios prestados, y diseño arquitectónico o tipología edificatoria, y que son los siguientes: hotel, hotel urbano, hotel emblemático y hotel rural.

En la modalidad extrahotelera se integran cuatro tipos de establecimientos: el apartamento, la villa, la casa emblemática y la casa rural.

6.2. Definiciones.

Establecimiento hotelero: el establecimiento turístico de alojamiento que ofrece los servicios de alojamiento y alimentación.

Servicios obligatorios: los servicios exigidos en el presente Reglamento y que han de estar incluidos en el precio del servicio del alojamiento turístico.

Servicios complementarios: los servicios ofrecidos de forma accesoria al servicio turístico de alojamiento y, en su caso, de alimentación.

Unidad de alojamiento: la pieza independiente de un establecimiento turístico de alojamiento destinada a uso exclusivo y privativo del usuario turístico, dotada de la infraestructura, equipamiento, mobiliario y enseres necesarios, donde se pueden desarrollar distintas actividades de esparcimiento, aseo, sueño, y en su caso, conservación, manipulación y consumo de alimentos.

Hotel urbano: el establecimiento hotelero ubicado en suelo urbano consolidado no turístico.

Hotel Emblemático: el establecimiento hotelero que se encuentra ubicado en suelo urbano consolidado no turístico y cuya edificación constituye un bien inmueble integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Hotel Rural: el establecimiento hotelero que se encuentra ubicado en un inmueble enclavado en suelo rústico y cuya edificación constituye un bien inmueble integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias.

Establecimiento extrahotelero: el establecimiento turístico de alojamiento que ofrece servicio de alojamiento acompañado o no de otros servicios complementarios.

Apartamento: el establecimiento extrahotelero compuesto por unidades de alojamiento dotadas del equipamiento e instalaciones necesarias para la conservación, manipulación y consumo de alimentos.

Villa: el establecimiento extrahotelero compuesto por una o varias unidades de alojamiento de tipología edificatoria aislada, dotada de zonas verdes de uso privativo y del equipamiento e instalaciones necesarias para la conservación, manipulación y consumo de alimentos.

Casa Emblemática: el establecimiento extrahotelero ubicado en inmueble situado en suelo urbano consolidado no turístico, cuya edificación constituye un bien integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias y que está dotada del equipamiento e instalaciones necesarias para la conservación, manipulación y consumo de alimentos.

Casa Rural: el establecimiento extrahotelero ubicado en un inmueble enclavado en suelo rústico, y cuya edificación constituye un bien integrante del patrimonio histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias y que está dotada del equipamiento e instalaciones necesarias para la conservación, manipulación y consumo de alimentos.

6.3. Clasificación de los establecimientos.

Los establecimientos hoteleros se clasifican en las siguientes categorías:

  1. Hoteles y hoteles urbanos en seis categorías identificables de una a cinco estrellas y una superior de cinco estrellas gran lujo.
  2. Hoteles emblemáticos y hoteles rurales en una única categoría identificable.
  3. Los hostales se clasifican en las categorías de dos y una estrella.
  4. Las pensiones se clasifican en categoría única.

Los establecimientos extrahoteleros se clasifican en las siguientes categorías:

  1. Los apartamentos en tres categorías identificables de tres a cinco estrellas.
  2. Las villas, casas emblemáticas y casas rurales tendrán una única categoría identificable.

La categoría será fijada teniendo en cuenta la calidad de las instalaciones y servicios, con arreglo a lo dispuesto en el Decreto 47/2004 de establecimientos hoteleros.

Según su ubicación, éstos se clasifican en las modalidades de playa, ciudad, rural y carretera.

Cada establecimiento debe exhibir obligatoriamente en su entrada principal una placa identificativa en la que figure el grupo, la categoría y la modalidad.

Además cada empresa hotelera podrá optar voluntariamente por incluir su establecimiento en una de las especialidades que contempla el citado Decreto.

Hay especialidades vinculadas necesariamente a una modalidad:

  1. Carretera: Moteles.
  2. Rural:
  • Albergues
  • Montaña
  • Naturaleza

Otras son especialidades no vinculadas necesariamente a una modalidad:

1) Deportivos

2) Familiares

3) Gastronómicos

4) Congresos y negocios

5) Monumentos.

HOTELES

Son los establecimientos de alojamiento turístico que cumplen con determinados requisitos:

  1. Deben ocupar la totalidad o parte independiente de un edificio, o un conjunto de edificios de forma homogénea, disponiendo de entradas propias y, en su caso, ascensores y escaleras de uso exclusivo. No obstante también está permitida la explotación de hoteles conjuntamente con la de hoteles-apartamentos y con el régimen de aprovechamiento por turno cuando sean de la misma categoría.
  2. Los hoteles cuentan con mayor número de ascensores en función de su mayor categoría.
  3. Las dimensiones mínimas de habitaciones, salones, baños y aseos van en función de la mayor categoría del hotel.
  4. Los hoteles de 4 y 5 estrellas dispondrán de suite, y de secador de pelo en los baños o aseos.
  5. Todos los hoteles dispondrán de aseos generales y accesibles en las zonas de uso común.
  6. Los hoteles disponen, a diferencia del resto de grupos, de zonas de servicios separadas de las destinadas a sus clientes: cocinas, cámaras frigoríficas, bodega y despensa, local para equipajes, etc.
  7. Los hoteles de 1, 2 y 3 estrellas no tienen la obligación de disponer de garaje. Los de 4 y 5 estrellas sí.
  8. Los hoteles de 1, 2 y 3 estrellas no tienen la obligación de disponer de climatización en las habitaciones. Los de 4 y 5 estrellas sí.
  9. Los servicios de bar y comedor sólo son obligatorios en los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas.
  10. Salvo los de 1 estrella, todos los hoteles tienen que disponer de servicio de lavandería, lencería y plancha.
  11. En todos los hoteles es obligatorio el botiquín de primeros auxilios.
  12. Los hoteles de 4 y 5 estrellas dispondrán de un servicio de atención de niños, y, cuando cuenten con más de 100 unidades de alojamiento, de servicio de peluquería.


HOSTALES
Son aquellos establecimientos de alojamiento, exceptuados de determinados requisitos exigidos a los hoteles. Algunas características de los hostales:

  1. Los hostales de 2 estrellas tienen la obligación de contar con ascensor. Los de 1 estrella no.
  2. Pueden ocupar sólo una parte de un edificio.
  3. Deben estar dotados de aseos en todas las habitaciones. Los de 2 estrellas deberán contar también con aseos generales.
  4. Cuentan con servicio de limpieza, calefacción y refrigeración.


PENSIONES
Son aquellos establecimientos que ofrecen alojamiento, con o sin otros servicios complementarios. Se les exige menos requisitos que a los hostales. Algunas de sus características son:

  1. Las pensiones no cuentan con ascensor.
  2. Pueden ocupar sólo parte de un edificio y tener los aseos o baños fuera de la habitación. La proporción exigida por la norma es de un baño cada 5 habitaciones.
  3. Cuentan con servicio de limpieza.
  4. Cuentan con calefacción pero no con refrigeración.

HOTELES-APARTAMENTOS

Son aquellos establecimientos que, además de cumplir los requisitos exigidos a los hoteles, cuentan además, dentro de cada unidad de alojamiento, con las instalaciones adecuadas para la elaboración, conservación y consumo de alimentos y bebidas.

En función de la categoría del hotel-apartamento será mayor la superficie de las habitaciones y el número de baños. En los de 4 y 5 estrellas la cocina estará situada en habitación independiente del salón.

Los hoteles-apartamentos pueden ocupar la totalidad o parte independiente de un edificio, o un conjunto de edificios de forma homogénea, disponiendo de entradas propias, y, en su caso, ascensores y escaleras de uso exclusivo, o bien pueden compartir el mismo espacio con un hotel de la misma categoría.

Las CCAA tienen las competencias en Turismo, así, por ejemplo, Castilla y León de acuerdo con lo que se establece en el artículo 25.5 del Estatuto de Autonomía, las Cortes de Castilla y León han aprobado la LEY 14/2010, de 9 de diciembre, de Turismo de Castilla y León; por lo que el Presidente de la Junta de Castilla y León ordena su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León.

LEY 14/2010, de 9 de diciembre, de Turismo de Castilla y León.

Reflexiona

¿Podrías decir cuál es la Ley reguladora de Turismo de tu CCAA?

Búscalo en internet.

6.4. Servicio de Alimentación.

  1. Los hoteles de tres a cinco estrellas y cinco estrellas gran lujo contarán con espacio propio para ofertar a sus usuarios turísticos el servicio de alimentación.

  2. Los hoteles urbanos, emblemáticos y rurales, así como los hoteles de una y dos estrellas, podrán prestar el servicio de alimentación en el salón.

  3. Las terrazas debidamente acondicionadas podrán tener la consideración de espacio propio para ofertar el servicio de alimentación.

  4. Los establecimientos de cuatro y cinco estrellas y de cinco estrellas gran lujo, contarán además, como mínimo, con dos restaurantes, siendo al menos uno de ellos, a la carta, debiendo cumplir con el requisito de disponer, en su caso, de carta de platos y carta de bebidas.

6.5. Aclaraciones.

ATU_01_10_aclaraciones.pngSe suprimen en la novedosa clasificación las pensiones, y los hoteles-apartamentos; subsistiendo los primeros, autorizados a la entrada en vigor de este Decreto, en la clasificación que ostentaban y siendo los segundos clasificados de oficio en la modalidad hotelera bajo el tipo de hoteles en la categoría que les corresponda.

Se define una nueva categoría, la de los hoteles de cinco estrellas gran lujo.

Respecto a la ordenación de los establecimientos extrahoteleros y en la misma línea seguida que en la ordenación hotelera, se suprimen los bungalows y las categorías de dos y una llave de los apartamentos y cinco y cuatro llaves de las villas. Los bungalows existentes quedan clasificados de oficio en la tipología de apartamentos en la categoría que les corresponda.

Los novedosos tipos de hoteles emblemáticos o las casas emblemáticas, y la redefinición que se realiza de estos establecimientos, que hasta el momento se denominaban establecimientos de turismo rural, obedecen al ánimo de diversificar la oferta turística de alojamiento y a la puesta en alza del valor patrimonial de Canarias.

Los hoteles apartamentos se clasificarán de oficio como hoteles, dentro de la categoría que les corresponda.

7. Motivaciones turísticas.

ATU_01_11_maslow.pngAbordar el tema de cualquier tipo de motivaciones en el ser humano equivale a hacer referencia a la teoría de Abraham Maslow y su pirámide de necesidades. Desde el punto de vista turístico, y teniendo en cuenta que éste se puede considerar como el fenómeno de ocio más importante que afecta al hombre hoy día, las motivaciones referentes al turis­mo se podrían situar en el tercer nivel de la pirámide de necesidades de Maslow.

Aten­diendo a que las dos primeras corresponden a las necesidades fisiológicas y a las de segu­ridad, respectivamente; es a partir del tercer estrato, o de las necesidades sociales, cuando en realidad se dan las condiciones para que el turismo pueda empezar a emerger.

Esta forma de ocio representa, para el hombre en nuestra sociedad, una vía de consecución de los estratos superiores de la pirámide, a los de estimación y los de autorrealización, cuarto y quinto nivel res­pectivamente. En esta línea, la animación turística desempeñará un papel clave y fundamental para que el turismo pueda convertirse en este elemento facilitador.

Recomendación

En el siguiente enlace puedes ver la Pirámide de Maslow:

Pirámide de Maslow.

7.1. Cambios en las motivaciones turísticas.

Las causas que han propiciado los cambios y variaciones en las motivaciones turísticas son:

  • La paz y seguridad de los diferentes espacios y países.
  • Aumento de la clase media.
  • La generalización de las vacaciones pagadas.
  • La mejora e incremento de los medios de transporte.
  • El acceso generalizado a la cultura.
  • La presión y el estrés de la vida moderna, sobre todo en las grandes ciudades.
  • La mayor disponibilidad de tiempo libre.
  • La diversificación de la oferta.

Todos estos factores han propiciado la aparición de un nuevo tipo de consumidor de ocio que se define y se declara abiertamente a sí mismo como un multiconsumidor perfec­to, siendo sus rasgos definitorios básicos los siguientes:

  • Es un ser multimotivacional, es decir, que no actúa por una sola motivación.
  • Quiere consumir, pero sin malgastar.
  • Es más exigente, ya que dispone de más información.
  • Desea realidades, no promesas.
  • Quiere ser más activo.
  • Es más culto y, por tanto, desea satisfacer otras necesidades.
  • Ha desarrollado una conciencia a favor de la protección medioambiental.
  • Reclama productos hechos a medida.
  • Se deja tentar por productos alternativos.

Como primera consecuencia de este nuevo perfil de turista o, lo que sería lo mismo, de este nuevo perfil de consumidor de ocio, será el hecho de que las motivaciones iniciales se vean cada vez más modificadas, decantándose ahora hacia otro tipo de intereses y necesidades que se podrían calificar de bastante más concretos, y entre las que destacan las siguientes:

  • Temas relacionados con la naturaleza y la ecología.
  • Necesidad de vivir experiencias nuevas y diferentes.
  • Las relaciones sociales, que ahora alcanzan otra magnitud.
  • La importancia del cuerpo y de la salud.
  • La aplicación del concepto de ocio a las necesidades fisiológicas.

Lo más trascendente de todas ellas, desde el punto de vista del profesional de la ani­mación turística, es que prácticamente todos estos intereses y expectativas se pueden canalizar a través de un programa de actividades que los facilite y los promueva entre los destinatarios. El animador turístico debe conocerlos para adaptar su intervención.

8. El animador turístico.

Los animadores turísticos son los encargados de planificar, organizar y llevar a cabo actividades de ocio pensadas para entretener a los turistas (espectáculos, concursos, fiestas, juegos, eventos…). No sólo realizan actividades de entretenimiento, también pueden ser deportivas, infantiles, de exploración de la naturaleza…, siempre adaptadas a los diferentes perfiles.

Para ser animador turístico una de las vías de acceso es estudiar Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística. Este título de Formación Profesional dura dos años, y enseña a planificar y dirigir actividades de animación sociocultural y turística donde se fomenta la participación de la gente. Para ello, se ponen en práctica técnicas de dinámica de grupo y se realizan actividades culturales con las que potenciar el ocio y el tiempo libre.

Suelen trabajar como animadores en hoteles, cruceros, parques de atracciones, parques acuáticos, campings, balnearios, parques naturales, albergues y como conductores de actividades recreativas y deportivas en completos turísticos, alojamientos rurales y empresas dedicadas a la gestión del ocio y el tiempo libre. Las grandes empresas turísticas, sobre todo las cadenas hoteleras son las que ofrecen más empleo a estos profesionales. Los animadores de actividades físicas y deportivas también pueden trabajar en residencias de ancianos, clubes deportivos, colegios e institutos.

8.1. Actitudes y aptitudes del animador turístico.

El animador turístico debe sabersaber hacer y saber estar; lo que entendemos como conceptos, procedimientos y  actitudes. Sin un desarrollo armónico e integrado de los tres ámbitos no se podrá asegurar un resul­tado óptimo de la labor profesional.

¿Qué actitudes y aptitudes son importantes para el animador turístico?

  • Imaginativo.
  • Creativo.
  • Carismático.
  • Equilibrado.
  • Amable.
  • Simpático.
  • Paciente.
  • Enérgico.
  • Discreto.
  • Responsable.
  • Maduro.
  • Con don de gentes.
  • Con autoridad natural.
  • Con sentido de la organización.
  • Polifacético.

 

¿Quiere decir esto que sólo las personas con estas cualidades pueden ejercer la profesión?

No. Si bien es cierto que estas cualidades tie­nen su importancia, no son las únicas ni las imprescindibles; lo primordial es la información y el conoci­miento de la profesión.

Así pues, el interés previo de las personas será la base donde colocar los conocimientos específicos que necesita el profesional de la animación turística; por tanto, cualquier per­sona puede, en principio, plantearse su futuro profesional dentro de este ámbito laboral, sin necesidad de que sea una persona terriblemente extrovertida, simpática o dinámica; no tiene por qué, no es excluyente. Se puede ser un gran animador turístico sin necesidad de ser continuamente el centro de atracción de los residentes del establecimiento, es más, el animador no será protagonista de nada, no es el centro de todo sino que su función con­siste en ser el canalizador de protagonismos; el auténtico protagonista es el destinatario de las propuestas de animación, es decir los residentes.

El animador turístico, más que tener cualidades innatas, debe formarse; entendiendo además que uno puede aprender muchas de las aptitudes necesarias para este perfil con motivación y experiencia.

8.2. El decálogo del animador turístico.

EL DECÁLOGO DEL ANIMADOR TURÍSTICO:

  1. Apasiónate por lo que haces. ¡Tu motivación es clave!

  2. Se imagen de empresa: muéstrate siempre amable y respetuoso.

  3. Pon en práctica tus habilidades y destrezas para adaptarte a cualquier circunstancia con los clientes.

  4. Sé carismático para contagiar tus ganas al público. Debes hacerlos protagonistas y no ser protagonista.

  5. Desarrolla tu capacidad de fidelizar a los clientes; debes lograr que quieran volver y repetir la experiencia.

  6. Mantén una actitud agradable con los clientes. Que tu sonrisa sea siempre tu carta de presentación.

  7. Trata de cubrir las necesidades que demanden clientes. Debes estar pendiente a sus demandas.

  8. Adáptate a cada cliente, manteniendo siempre el saber estar.  

  9. Controla tu estado de ánimo delante del cliente; tus circunstancias personales no pueden influir en tu trabajo.

  10. Se dinámico y divertido en todo momento para procurar que el cliente siempre esté a gusto, se divierta y se vaya con un buen recuerdo del hotel y del trato recibido.

8.3. Funciones del animador turístico.

Antes incluso de que un turista salga de su domicilio hacia un destino turístico determi­nado, empieza a crearse una serie de ilusiones sobre lo que espera encontrar y realizar en ese destino. Son las expectativas, que juntamente con las motivaciones van a dar lugar a unas necesidades que el turista pretenderá satisfacer en la medida de lo posible, y que cuantas más necesidades se satisfagan mucho más positiva va a ser la experiencia turística. Pero a estas circunstancias hay que añadir que además de las necesidades de los turistas existen también las necesidades de las empresas, que se tendrán que respetar, tener en cuenta y darles una respuesta que sea compatible con las de los residentes.

Con este panorama, y con el objetivo de satisfacer las necesidades y las expectativas de todos ellos, el animador turístico tendrá que cumplir con tres grandes grupos de funciones:

  • Funciones de mediación.

  • Funciones de pro­ducción.

  • Funciones de organización.

8.3.1. Las funciones de mediación.

La media­ción es entendida como la acción de conexión que se ejerce entre un lugar, una cultura, un entorno vivo y un grupo de personas que están de vacaciones. Este hecho implica que hay todo un campo abierto a las necesidades de descubrimiento y de evasión, donde la función del animador es la de aconsejar, facilitar y organizar, en algunos casos, el encuen­tro y la coincidencia de todos estos elementos. La gran herramienta de la mediación serán las actividades programadas incluidas en el proyecto.

Pero para el animador, esta mediación será también el facilitar los intercambios y fomentar las relaciones entre los miembros de los equipos o grupos; desde este punto de vista, la mediación apunta hacia la creación de un ambiente idóneo, que es al que se hacía referencia en la definición de animación turística, pero que además representa un ele­mento fundamental y determinante en la satisfacción de las expectativas de los turistas.

Las funciones que se incluyen en este grupo:

  • Facilitar la relación de los clientes con el entorno (recursos culturales, lugares de interés,..) aun cuando incluyan servicios ajenos al establecimiento.

  • Facilitar el conocimiento del cliente de los recursos del hotel, especialmente de aquellos vinculados con el programa de animación.

  • Favorecer las relaciones entre personas y grupos, creando un ambiente idóneo para ello.

8.3.2. Las funciones de producción.

ATU_01_12_produccion.pngLas funciones de producción se centran en la crea­ción de todo tipo de:

  • Actividades lúdicas, las deportivas y las culturales.

  • Espectáculos.

  • Eventos.

Aún cuando el animador/a gestione la contratación de espectáculos externos, asumiendo por lo general el papel de gestor, dinamizador y presentador, lo entenderemos dentro de sus funciones de producción.

8.3.3. Las funciones de organización.

ATU_01_13_organizacion.pngLa organización de:

  • Los recursos materiales, humanos y económicos (previsión y gestión)

  • El tiempo y los espacios.

  • Las medidas de seguridad (sobre todo en grandes eventos).

  • La relación con los distintos departamentos y/o servicios del hotel.

  • Comunicación, información y carteles.

  • Creación de proyectos y programas de animación.

8.4. Las obligaciones del animador turístico.

Las obligaciones del animador turístico son:

  1. Es la primera acción que ha de desarrollar un animador turís­tico una vez instalado en el establecimiento consiste en una recopilar una gran cantidad de datos, de información y de material necesario para realizar el análisis de la empre­sa y su posterior diagnóstico. Esto incluye conocer dónde se encuentran los botiquines de primeros auxilios o dónde está el centro de asistencia médica más cercano, etc.

  2. También deberá contemplar la investigación del entorno geográfico inmediato y medio, los medios de transporte, los recursos turísticos más importantes, los naturales, cul­turales, gastronómicos, etc.

  3. ATU_01_14_obligaciones.pngConfeccionar todo el proyecto de animación utilizando la información reco­pilada con el diseño, ejecución y evaluación de las actividades.

  4. Dirigir, controlar, coordinar y animar todas y cada una de las actividades incluidas en el proyecto. La responsabilidad del animador pasa por la dirección de todas y cada una de ellas, no pudiendo dejar margen a la improvisación o a la ausencia de intencionalidad de las mismas. El control y la coordinación se hacen imprescin­dibles en el momento de la aplicación del proyecto.

  5. El animador debe cuidar y potenciar un buen ambiente durante la actividad; lo que generará un valor añadido al producto de ocio consumido. No se entiende un pro­yecto de animación turística sin una continuidad de las acciones; no se puede rea­lizar una gran actividad, espectacular y con mucha repercusión, para que seguida­mente no se proponga otra que tenga como objetivo el mantenimiento y la reafirmación del ambiente creado con la anterior; si no hay continuidad, difícil­mente se podrá hablar de proyecto, y si no hay proyecto no se podrá hablar de ani­mación turística. El auténtico éxito no está en la consecución de un estado ideal, sino en el mantenimiento del mismo.

  6. Establecer un sistema de comunicación interna válido y eficaz. Esta comunicación pretende mantener informados a los responsables superiores de las consecuencias de la aplicación del proyecto de animación, mediante informes de resultados de todas y cada una de las acciones previstas en el programa de acti­vidades.  Se harán cada dos semanas o cada mes.

  7. El animador debe comunicar también al departamento de dirección los posibles cambios que se puedan prever en alguna de las acciones progra­madas. Esto significa que un animador no podrá decidir y asumir un cambio uni­lateralmente sin antes consultarlo y negociarlo con el responsable del estableci­miento. El animador puede encontrarse con que alguna de las actividades programadas no esté dando los resultados previstos; en este caso tendrá que revisar y sus­tituir por otras, si se considera oportuno hacerlo, previa autorización de dirección. El animador también estará en la obligación de hacer propuestas a dirección de nuevas acciones y actividades; fruto de efemérides puntuales, fechas concretas, eventos singulares, etc. (como por ejemplo, la Noche de San Juan, el día 24 de junio, que el animador no debe tratar como un día más).

  8. ATU_01_15_obligaciones.jpgEl animador turístico ha de aprovechar la lle­gada del turista al establecimiento para acercarse a él; ya que el recién llegado  no conoce nada, está descolocado, y posiblemente algo cansado por el viaje. Una cara que se muestra amiga, que se acerque a desearle la bienvenida y preguntarle cómo ha ido el viaje, puede resultar un elemento importantísimo y prometedor en el inicio de esa vida social intensa que prevé la animación. Es el momento ideal para presen­tarse (convenientemente identificados con la placa donde figura impreso el nom­bre del departamento y del animador), y dar una pequeña información de, por ejem­plo, dónde está el panel de anuncios de las actividades de animación y/o entre­gar un programa en mano.

  9. Minimi­zar y zanjar pequeños conflictos que puedan producirse en el seno del estableci­miento. El animador ha de ser consciente de que una pequeña discusión puede afec­tar negativamente el resultado de su trabajo. Hay que tener presente que las bases en las que se asientan los resultados de la animación son una buena vida social y la comunicación. Una discusión, a cualquier nivel, supone siempre un frenazo al esfuer­zo de todo el departamento; por ejemplo, durante una actividad, un deporte sin ir más lejos, no acaba con la actividad sino que continúa y se extiende incluso una vez acabada la acción. Si no se soluciona a tiempo, puede convertirse en un problema más grave. Sutilmente, el animador ha de ser capaz de detectar esos pequeños con­flictos e intervenir antes de que se hagan grandes y trasgredan sus competencias. Pero estos pequeños conflictos no se limitan solamente a los turistas, sino que también pueden implicar a los propios animadores y a otros miembros del staff del establecimiento. En cualquiera de los tres casos, el animador estará en la obligación de intervenir e informar inmediata­mente de los hechos a dirección.

8.5. Normas habituales en las empresas de animación.

En la animación se realizan actividades que pueden entrañar un riesgo para niños de diferentes edades y personalidades, por ello, el animador/a ha de ser consciente de que asume una gran responsabilidad organizando determinadas actividades, como, por ejemplo, tiro a la carabina, waterpolo, minidisco en la piscina, etc. Nunca podemos permitir que ocurra un accidente a un cliente, por lo que adoptaremos las medidas oportunas.

ATU_01_16_obligaciones.pngEl animador/a:

  • No puede participar en las actividades deportivas (prevención de lesiones).
  • Debe realizar calentamientos (prevención).
  • No puede quitarse la camiseta (imagen).
  • No puede realizar las actividades con gafas de sol puestas (educación).
  • No puede estar en la piscina entre horas.
  • Debe hablar siempre bien del hotel donde trabaja.
  • Debe utilizar playeras o tenis (con calcetines) antideslizantes, nunca zapatillas o “cholas” (prevención riesgos laborales).
  • Debe utilizar crema solar y, opcionalmente, gorra.
  • Debes tratar de “usted” siempre al cliente.
  • Debes dar una imagen impecable en todo momento, llevando tu tarjeta de identificación con tu nombre como parte del uniforme.
  • ¡LLEGAR SIEMPRE A TIEMPO!
  • Si la actividad depende de ti, debes estar diez minutos antes de la hora prevista en el lugar de la misma.

Está prohibido:

  • Consumir bebidas alcohólicas durante la jornada laboral.
  • Hacer uso del teléfono móvil durante el horario de trabajo.
  • Fumar fuera de la zona establecida por el hotel.
  • Tener relaciones sexuales con clientes menores de 18 años.
  • Entrar en las habitaciones de los clientes.
  • Usar gafas de sol cuando hablas con los clientes.
  • Mascar chicle.
  • Beber directamente de la botella.
  • Hacer uso de las instalaciones del hotel en tu día libre.
  • Llevarse a casa material propio del Departamento de animación.
  • El consumo y/o posesión de drogas es motivo de despido.

8.6. Competencias del animador turístico.

Recogidas por el Real Decreto 1684/2011, de 18 de noviembre, por el que se establece el título de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística y se fijan sus enseñanzas mínimas.

Debes conocer

En el siguiente enlace puedes ver el Real Decreto 1684/2011, de 18 de noviembre, por el que se establece el título de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística y se fijan sus enseñanzas mínimas:

Real Decreto 1684/2011, de 18 de noviembre, por el que se establece el título de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística y se fijan sus enseñanzas mínimas.

8.6.1. Competencia general.

La competencia general de este título consiste en programar, organizar, implementar y evaluar intervenciones de animación sociocultural y turística, promoviendo la participación activa de las personas y grupos destinatarios, y coordinando las actuaciones de los profesionales y voluntarios a su cargo.

8.6.2. Competencias profesionales, personales y sociales.

Las competencias profesionales, personales y sociales de este título son las que se relacionan a continuación:

  1. Obtener información, utilizando recursos, estrategias e instrumentos de análisis de la realidad, con el fin de adecuar la intervención sociocultural a las necesidades de las personas destinatarias y al contexto.

  2. Elaborar proyectos de intervención sociocultural a partir de la información obtenida del contexto y las personas destinatarias, incorporando la perspectiva de género.

  3. Dirigir la implementación de proyectos de intervención sociocultural, coordinando las actuaciones de los profesionales y voluntarios a su cargo, supervisando la realización de las actividades con criterios de calidad y facilitando el trabajo en equipo.

  4. Diseñar espacios, estrategias y materiales de promoción y difusión de proyectos de intervención sociocultural, aplicando los avances tecnológicos del ámbito de la comunicación.

  5. Organizar departamentos, programas y actividades de animación sociocultural y turística, gestionando la documentación y los recursos así como la financiación y el control del presupuesto asignado.

  6. Diseñar, implementar y evaluar actividades lúdicas, culturales y físico-recreativas, seleccionando las estrategias metodológicas, organizando los recursos y manejando los equipos y medios técnicos necesarios para su desarrollo.

  7. Realizar el control y seguimiento de la intervención con actitud autocrítica, aplicando criterios de calidad y procedimientos de retroalimentación para corregir las desviaciones detectadas.

  8. Dar respuesta a posibles solicitudes, sugerencias y reclamaciones para cumplir sus expectativas y lograr su satisfacción, pudiendo usar una lengua extranjera.

  9. Adaptarse a las nuevas situaciones laborales, manteniendo actualizados los conocimientos científicos, técnicos y tecnológicos relativos a su entorno profesional, gestionando su formación y los recursos existentes en el aprendizaje a lo largo de la vida y utilizando las tecnologías de la información y la comunicación.

  10. Resolver situaciones, problemas o contingencias con iniciativa y autonomía en el ámbito de su competencia, con creatividad, innovación y espíritu de mejora en el trabajo personal y en el de los miembros del equipo.

  11. Organizar y coordinar equipos de trabajo con responsabilidad, supervisando el desarrollo del mismo, manteniendo relaciones fluidas y asumiendo el liderazgo, así como aportando soluciones a los conflictos grupales que se presenten.

  12. Comunicarse con sus iguales, superiores, clientes y personas bajo su responsabilidad, utilizando vías eficaces de comunicación, transmitiendo la información o conocimientos adecuados y respetando la autonomía y competencia de las personas que intervienen en el ámbito de su trabajo.

  13. Generar entornos seguros en el desarrollo de su trabajo y el de su equipo, supervisando y aplicando los procedimientos de prevención de riesgos laborales y ambientales, de acuerdo con lo establecido por la normativa y los objetivos de la empresa.

  14. Supervisar y aplicar procedimientos de gestión de calidad, de accesibilidad universal y de «diseño para todos», en las actividades profesionales incluidas en los procesos de producción o prestación de servicios.

8.7. Medidas de prevención y seguridad.

En el Departamento de animación y en el Miniclub deberá haber un botiquín de primeros auxilios que deberá revisar periódicamente el jefe de animación.

El stock mínimo del interior del botiquín será:

  • Desinfectantes.
  • Gasas estériles.
  • Venda.
  • Apósitos adhesivos.
  • Pinzas.
  • Antisépticos autorizados.
  • Algodón hidrófilo.
  • Esparadrapo.
  • Tijeras.
  • Guantes desechables.

En cada instalación, que según normativa lo precise (miniclub, camerino, escenario, …) deberá haber un extintor siempre disponible y revisado para mantener su correcto funcionamiento.

Como animador/a te está totalmente prohibido administrar medicina a terceras personas, sólo un médico tiene la potestad para recetar medicamentos.

Se debe cubrir los enchufes eléctricos para evitar que los más pequeños tengan acceso a ellos.

Todos los niños deben ser vigilados continuamente.

Las actividades que se realicen en la piscina se deben desarrollar bajo la supervisión de dos animadores para garantizar la seguridad de todos los participantes. Es altamente aconsejable preguntar a los padres (y no al niño/a), si el niño/a sabe nadar o no y qué nivel tiene en el caso de que sí sepa.

Igualmente, en las actividades de Tiro (pistola, carabina, Arco, Ballesta, etc.) hemos de aumentar las medidas de seguridad, siendo el animador el responsable del control del arma y de la carga de la misma, debiendo explicar con mucha claridad a los clientes el uso que han de darle a estas armas.

Si como alumno en prácticas de ocurre un accidente, recuerda que cuentas con un Seguro Privado. Pregunta a tu tutor/a de FCT los hospitales y centros médicos a los que puedes acudir.

Si como animador/a, ya contratado/a, tienes un accidente durante tu jornada laboral acude, si es grave, al centro médico más cercano (clínica, hospital, ambulatorio…)

Si al trabajador le ocurre un accidente menos grave o leve deberá acudir al centro asistencial de la Mutua de Accidentes más cercano a su centro de trabajo. El Servicio de Prevención del hotel le podrá dar esa información. 

Anexo. Licencia de recursos.

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