Es importante saber que suele ser más fácil conocer al público ya existente, y no lo es tanto conocer al no-público, o sea aquellos grupos de población que no son usuarios actuales de nuestra propuesta. Lo primero que habrá que hacer es identificar aquellos grupos de personas a los que se pretende llegar, detallar cuáles son las características comunes que los identifican como grupo y posicionarse claramente sobre ellos. Evidentemente, puede haber más de un grupo de público del proyecto.
Para redactar el público del proyecto se propone:
Destinatarios |
- Identificación genérica de cada grupo de destinatarios.
- Características personales y sociales que identifican y comparten estas personas.
- Gustos y hábitos culturales, sociales, de ocio, de información.
- Necesidades y motivaciones que pueden tener hacia el proyecto.
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3. Las estrategias o metodología de trabajo:
Al hablar de estrategias también podemos hablar de método, criterios de actuación, manera de trabajar, etc.
La estrategia más general o la metodología más concreta se aplica a todas las vertientes del proyecto, desde la tipología de acciones, los agentes implicados, los contenidos, la comunicación, el emplazamiento o el modelo de gestión. Suele ser el elemento que resulta más difícil de definir por su situación entre los objetivos y las acciones.
La estrategia está siempre al servicio de los objetivos y se plasma en las actividades, en el tipo, la manera de desarrollarlas, etc.
No es un criterio inflexible, pero se tendría que poder redactar una estrategia empezando con un verbo en gerundio (presentando, exponiendo,...), indicativo de una manera de hacer las cosas.
Estrategias |
- Identificación de las estrategias, agrupadas por tipos (agentes, acciones, espacio, etc.)
- Justificación de su planteamiento en base a éxitos o fracasos propios o ajenos.
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4. Elaboración el programa.
En este capítulo debe llegarse al máximo detalle de cada acción: tipo de actividad, persona o grupo que lo desarrolla, donde se desarrolla, fecha (día y hora), lugar, etc. Y luego para facilitar la producción, y ya en clave interna, definiremos los requisitos administrativos, técnicos, logísticos,comunicativos, económicos, financieros etc.
En el caso de que se trate de un anteproyecto y, en consecuencia, no sabemos exactamente qué actividades desarrollaremos, se puede hacer un enunciado de la tipología de acciones previstas.
Actividades |
- Programa de actividades principales (sin las cuales el proyecto no tendría sentido)
- Acciones complementarias (acompañan y enriquecen las principales)
- Servicios complementarios (necesarios para el buen desarrollo del programa cultural)
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También debemos definir el equipo de trabajo, ya que en el sector cultural la constitución de equipos de trabajo es fundamental puesto que se trabaja con una materia muy sensible y diversa: la cultura como fenómeno, los creadores y personas expertas como impulsores, las instituciones como agentes colaboradores, el público como amante del arte y el patrimonio, el tiempo libre de las personas, los espacios fijos o efímeros, los presupuestos a menudo ajustados, etc. Por lo demás, la organización del equipo de trabajo requiere de la habilidad propia de una dirección para seleccionar, organizar, dirigir, formar, motivar y evaluar a su equipo.
Para llevar a cabo el plan de comunicación, difusión, publicidad y propaganda habrá que conocer bien el contenido de la propuesta, el público al que se desea llegar, así como el mensaje y los canales con los que llegar a él. Se debe tener una imagen a trasmitir, los mensajes a emitir, los soportes, los espacios y el tiempo. Para conseguir esto se debe definir una imagen del proyecto, las comunicaciones internas y externas tanto del equipo como de otras instituciones, medios y patrocinadores.