Las variables que formen la estructura de datos de un tipo de dato objeto reciben el nombre de atributos (que se corresponde con sus propiedades). Las funciones y procedimientos del tipo de dato objeto se denominan métodos (que se corresponde con sus acciones).
Cuando se define un tipo de objeto, se crea una plantilla abstracta de un objeto de la vida real. La plantilla especifica los atributos y comportamientos que el objeto necesita en el entorno de la aplicación. Dependiendo de la aplicación a desarrollar se utilizarán sólo determinados atributos y comportamiento del objeto. Por ejemplo, en la gestión de la evaluación del alumnado es muy probable que no se necesite conocer su altura, peso, etc. o utilizar comportamientos como desplazarse, comer, etc., aunque formen todos ellos parte de las características del alumnado.
Aunque los atributos son públicos, es decir, visibles desde otros programas cliente, los programas deberían manipular los datos únicamente a través de los métodos (funciones y procedimientos) que se hayan declarado en el tipo objeto, en vez de asignar u obtener sus valores directamente. Esto es debido a que los métodos pueden hacer un chequeo de los datos de manera que se mantenga un estado apropiado en los mismos. Por ejemplo, si se desea asignar un curso a un miembro del alumnado, sólo debe permitirse que se asigne un curso existente. Si se permitiera modificar directamente el curso, se podría asignar un valor incorrecto (curso inexistente).
Durante la ejecución, la aplicación creará instancias de un tipo objeto, es decir, referencias a objetos reales con valores asignados en sus atributos. Por ejemplo, una instancia será un determinado miembro del alumnado con sus datos personales correspondientes.