Caso práctico
Ada conoce bien lo que significa tener que llevar a cabo el proceso completo de creación de software y sabe que, en ocasiones, no se le da la importancia que debería a las fases iniciales de este proceso. Quiere que Juan, que desarrolla programas casi sin darse cuenta, recuerde las ventajas que aporta un buen análisis inicial de los problemas a solucionar y que no aborde el desarrollo de sus programas sentándose directamente ante el ordenador a teclear código.
Juan le comenta a Ada y a María: —La verdad es que cuando conoces bien un lenguaje de programación crees que puedes hacer cualquier programa directamente sobre el ordenador, pero al final te das cuenta de que deberías haberte parado a planificar tu trabajo. Muchas veces tienes que volver atrás, recodificar y en ocasiones, rehacer gran parte del programa porque lo que tienes no está bien planteado. Ocurre algo parecido en el desarrollo de otros productos o servicios: ¿os imagináis que la construcción de una casa no pase por la planificación de un arquitecto sino que sean los propios obreros los que tomen decisiones sobre la marcha?.
María, que permanece atenta a lo que dicen Ada y Juan, quiere aprender bien desde el principio y tendrá la ventaja de tener a su lado a dos expertos.