El software está formado por programas, estructura de datos y documentación. Ejemplos de software son los sistemas operativos, paquetes ofimáticos, compresores, editores de imágenes y un sinfín de programas más o menos específicos según el conocimiento y ámbito profesional del usuario.
Para la instalación de una aplicación o software debemos seguir los pasos siguientes:
- Determinación del equipo necesario.
- Ejecución del programa de instalación.
- Configuración de la aplicación.
Determinación del equipo necesario
Una aplicación creada para una plataforma no podrá ser instalada en otra distinta. Por ejemplo, si queremos instalar la suite ofimática LibreOffice, tendremos que instalar un programa (paquete) distinto si es para Windows o es para Linux.
Tampoco podrá ser instalada la aplicación si nuestro sistema informático no cumple los requisitos mínimos. Los requisitos mínimos se suelen referir a hardware necesario. También se pueden referir a software previo. Si no se cumplen estos requisitos mínimos, no se podrá instalar la aplicación.
Por ejemplo, para instalar Windows 10 en un PC, se necesitan los siguientes requísitos mínimos, obtenidos de la página de Microsoft en el siguiente enlace.
Procesador: |
Un procesador a 1 GHz o más rápido o SoC |
RAM: |
1 gigabyte (GB) para 32 bits o 2 GB para 64 bits |
Espacio en disco duro: |
16 GB para un SO de 32 bits o 20 GB para un SO de 64 bits |
Tarjeta gráfica: |
DirectX 9 o posterior con un controlador WDDM 1.0 |
Pantalla: |
800x600 |
A veces se habla de requisitos opcionales o recomendables; estos requisitos son superiores a los mínimos. Son los que los desarrolladores de la aplicación, consideran necesarios para un funcionamiento óptimo del sistema.
Ejecución del programa de instalación
La mayoría de las aplicaciones presentan dos niveles de instalación en función de los conocimientos del usuario:
- Instalación básica
- Instalación personalizada o avanzada
Instalación básica: Este nivel está diseñado para usuarios con pocos conocimientos informáticos. El programa realizará una instalación en función de los elementos que detecte en el equipo y según unos parámetros básicos establecidos por defecto por el fabricante.
Instalación personalizada o avanzada: Permite al usuario experto incluir o eliminar elementos de la aplicación con el fin de optimizar los recursos sistema informático, instalando sólo aquellos elementos de la aplicación que se van a utilizar. Por ejemplo, la instalación personalizada del paquete Microsoft Office permite elegir los programas a instalar (Microsoft Word, Excel, PowerPoint, Frontpage, etc.).
En la actualidad, la mayoría de los fabricantes distribuyen sus aplicaciones en formato DVD, CD o con posibilidad de descarga de los archivos de instalación o en imágenes ISO (por ejemplo: muchas distribuciones de Linux pueden descargarse en este formato).
En los sistemas Windows, el nombre del programa de instalación suele ser setup, install, instalar... y es el encargado de extraer los bloques de la aplicación de los discos, descomprimiéndolos si es necesario; crear la estructura de directorios necesaria, ubicar los archivos de la aplicación donde corresponda, y, si fuera necesario, modificar el registro del sistema.
Configuración de la aplicación
Una vez instalada la aplicación, el administrador o el usuario debe configurar el entorno de trabajo. Consiste en definir una serie de parámetros de funcionamiento que adecuen el funcionamiento de la aplicación. Entre estos parámetros aparecen:
- Ajuste y distribución de la pantalla (tamaños de las ventanas, colores, tipos de letras, cambio de resolución, etc.).
- Definición de directorios de trabajo (directorios para guardar los archivos, proyectos, plantillas, etc.).
Por ejemplo, en Microsoft Word, en el menú Herramientas/Opciones se pueden configurar carpeta por defecto donde se guardan los documentos, carpetas de plantillas, diccionarios de idiomas a utilizar.
LibreOffice es un Software Libre de ofimática el cual incluye procesador de texto, planilla de cálculo y editor de presentaciones entre otras.
Es un archivo donde se almacena una copia o imagen exacta de un sistema de ficheros, normalmente un disco óptico. Se rige por el estándar ISO 9660 que le da nombre. Algunos de los usos más comunes incluyen la distribución de sistemas operativos, tales como sistemas Linux, BSD o Live CD.