Son sistemas en los que el fluido empleado para realizar el tratamiento térmico es exclusivamente agua. Estos sistemas también se denominan agua-agua. Puede ser de dos tipos: Sistema de radiadores o de suelo radiante. Ambos sistemas los has estudiado en la unidad de trabajo anterior para la distribución de calor. El sistema de radiadores únicamente sirve para calefacción y, como recordarás, se trata de distribuir agua caliente a temperaturas de, alrededor de 60 ºC para conseguir buenos rendimientos con calderas de condensación o bombas de calor. Mayores temperaturas de 60 ºC hacen bajar los rendimientos con las calderas modernas. Las calderas de pellets son caso aparte.
El segundo sistema, llamado de suelo radiante puede utilizarse para calefactar pero también para enfriar los locales. En modo de calefacción consiste en distribuir agua caliente entre 40 y 45 grados a través de un circuito de tuberías enterradas en el suelo, contenidas generalmente por un mortero de cemento. El calor emitido por las tuberías es absorbido por el suelo y luego emitido en forma de energía radiante y en menor medida convectiva. Mediante este sistema, hemos visto que las temperaturas en el suelo no deben superar los 29 ºC en las zonas centrales (en la zonas periférica pueden ser algún grado más).
También puede impulsarse agua fría por esta vía consiguiendo de esta manera un sistema de refrigeración. En este caso es fundamental controlar la temperatura del rocío del aire con el fin de evitar condensaciones sobre el suelo del recinto. La temperatura mínima del suelo queda condicionada por la temperatura de rocío. El control de condensaciones se realiza a través de una sonda que registra continuamente la temperatura y humedad relativa de la habitación más representativa del local. Estas lecturas nos dan datos que determinan una temperatura de rocío en la que se llegaría al punto de saturación. Como hemos indicado antes, en poblaciones con altas humedades en verano, especialmente en las zonas costeras, el suelo radiante para refrigeración debe estudiarse bien.
Los sistemas de aerotermia, concepto aplicado a pequeñas instalaciones domésticas de alrededor de 20 kW máximo, están implantándose de forma muy rápida. Como hemos visto, se extrae el calor del aire mediante una bomba de calor y se transfiere al agua que, usualmente utiliza suelo radiante para calentar o refrigerar las habitaciones. En este tipo de instalaciones, además, podemos obtener ACS y utilizar sistemas FV de apoyo o, incluso una caldera de gas de respaldo.
Se denomina energía aerotérmica a la energía térmica que una bomba de calor extrae del aire ambiente.