Caso práctico: acondicionar un gran auditorio
Ya sabes que muchas de las instalaciones de climatización y ventilación tienen como fluido final el aire de impulsión que, en verano es fresco y en invierno caliente. Las climatizadoras, en muchos casos UTAS (Unidades de Tratamiento del Aire), como has visto, filtran y acondicionan higrotérmicamente el aire antes de distribuirlo por las distintas estancias y locales. En esta unidad veremos estas instalaciones de forma más detallada, pero ahora el caso práctico que vas a ver es el de cómo se resuelve la distribución del aire en locales de gran volumen: cines, teatros, salones de actos, etc.
¿Te acuerdas de la ecuación de continuidad? Como el caudal de un fluido que circula por una tubería de sección variable es constante, en las secciones más pequeñas el fluido va más rápido. Este es el principio de funcionamiento de las toberas: la velocidad del aire aumenta a la salida y es impulsado para que llegue a la distancia necesaria. Es un flujo de aire direccional que distribuye el aire por todo el volumen, procurando que no existan corrientes de aire en la zona habitable o transitable.
Si te fijas en algunos aeropuertos, estaciones, auditorios o teatros y otros grandes espacios, esta es una solución frecuente. pero has de saber que si impulsamos aire tratado al interior de un local, debemos disponer de vías de salida para que el aire interior salga. En la foto de la imagen, en la que vemos un auditorio, las rejillas de salida se encuentran ocultas debajo del escenario y en la pared vertical que separa las dos zonas de asientos. El mismo caudal de aire que entra debe salir, pero hay que tener cuidado de que no existan cortocircuitos térmicos. En esta unidad verás que son y cómo se evitan.