Cuando se habla de la gestión de configuraciones, se está haciendo referencia a la evolución de todo un conjunto de elementos. Una configuración es una combinación de versiones particulares de los componentes que forman un sistema consistente. Desde el punto de vista de la evolución en el tiempo, es el conjunto de las versiones de los objetos componentes en un instante dado.
Una configuración puede cambiar porque se añaden, eliminan o se modifican elementos. También puede cambiar, debido a la reorganización de los componentes, sin que estos cambien.
Como consecuencia de lo expuesto, es necesario disponer de un método, que nos permita designar las diferentes configuraciones de manera sistemática y planificada. De esta forma se facilita el desarrollo de software de manera evolutiva, mediante cambios sucesivos aplicados a partir de una configuración inicial hasta llegar a una versión final aceptable del producto.
La Gestión de Configuraciones de Software se va a componer de cuatro tareas básicas:
- Identificación. Se trata de establecer estándares de documentación y un esquema de identificación de documentos.
- Control de cambios. Consiste en la evaluación y registro de todos los cambios que se hagan de la configuración software.
- Auditorías de configuraciones. Sirven, junto con las revisiones técnicas formales para garantizar que el cambio se ha implementado correctamente.
- Generación de informes. El sistema software está compuesto por un conjunto de elementos, que evolucionan de manera individual, por consiguiente, se debe garantizar la consistencia del conjunto del sistema.