Caso práctico
No es mucho el dinero que necesitan Sofía, Elisabeth y Alejandro para iniciar el negocio (¡estupendo!), por lo que con sus ahorros casi podrán cubrir la totalidad del Plan de Inversiones y Gastos.
No es mucho el dinero que necesitan Sofía, Elisabeth y Alejandro para iniciar el negocio (¡estupendo!), por lo que con sus ahorros casi podrán cubrir la totalidad del Plan de Inversiones y Gastos.
Los ahorros de la persona que promueve la idea, así como las aportaciones de su entorno familiar, amistoso o profesional son cruciales para constituir el capital social de la empresa. A cambio obtienen un rendimiento de su inversión, participando de la propiedad y la gestión de la empresa. Ésta suele ser la forma de financiación más importante de los nuevos proyectos empresariales hasta que se consolidan.
Pero ¿qué ocurre una vez puesta en marcha la empresa? ¿Existe también la financiación propia? En efecto, a lo largo de la vida de la empresa podemos recurrir también a la autofinanciación de las formas siguientes:
Fondo destinado a reponer los bienes que se deterioran por su uso u obsolescencia. Mientras no se repongan dichos bienes, pueden ser utilizados por la empresa.
Es lo que aportan los socios y socias para el desarrollo de las actividades económicas contempladas en su objeto social y que determina su nivel de participación en la empresa. Puede ser dinero, bienes materiales, inmateriales, etc.
Es el beneficio generado por la empresa que no es distribuido entre los propietarios y propietarias, sino que permanece en la empresa. Hay de diversos tipos voluntaria, obligatoria por ley o especial.