Caso práctico
Ana ha recibido un pequeño encargo de parte de su tutora, María. Se trata de que realice un pequeño programita, muy sencillo pero fundamental.
-Hola Ana -dice María-, hoy tengo una tarea especial para ti.
-¿Sí? -responde Ana-. Estoy deseando, últimamente no hay nada que se me resista, llevo dos semanas en racha.
-Bueno, quizás esto se te resista un poco más, es fácil, pero tiene cierta complicación. Un cliente para el que hicimos una aplicación, nos ha dicho si podemos ayudarle. El cliente tiene una aplicación para gestionar los pedidos que recibe de sus clientes. Normalmente, recibe por correo electrónico los pedidos en un formato concreto que todos sus clientes llevan tiempo usando. El cliente suele transcribir el pedido desde el correo electrónico a la aplicación, copiando dato a dato, pero nos ha preguntado si es posible que copie todo el pedido de golpe, y que la aplicación lo procese, detectando posibles errores en el pedido.
-¿Qué? -dice María con cierta perplejidad.
-Me alegra que te guste -dice María esbozando una sonrisa picara-, sé que te gustan los retos.
-Pero, ¿eso cómo se hace? ¿Cómo compruebo yo si el pedido es válido? ¿Y si el cliente ha puesto un producto que no existe?
-No mujer, se trata de comprobar si el pedido tiene el formato correcto y transformarlo de forma que se incorpore fácilmente a los otros pedidos que tenga el cliente en su base de datos. De la verificación de si hay algún producto que no existe, o de si hay alguna incoherencia en el pedido se encarga otra parte del software, que ya he realizado yo.