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4.1. Tipos de refrigeración.

Los fabricantes han ideado diferentes tipos de refrigeración, facilitando que se pueda disipar más rápido el calor y así garantizar la temperatura de funcionamiento lo más estable posible. Los tipos de refrigeración ideados son principalmente tres:

Disipadores Estaticos.
Elaboración propia (Uso educativo no comercial)
    • Los estáticos o pasivos, se fundamentan en la segunda ley de la termodinámica. Amplían la superficie de contacto del componente que produce el calor, para que la transmisión de calor (entre el componente y el aire que le rodea) sea más rápida.

      Para conseguir esto, verás que se utilizan unos componentes llamados disipadores. Los disipadores están construidos de cobre o aluminio que son buenos conductores del calor y están diseñados con muchas aletas para que tenga más superficie de contacto con el aire y ocupen el menor espacio posible. El punto de contacto entre el componente y el disipador es crítico para la transmisión del calor. Las superficies de ambos tiene huecos microscópicos, que impiden que en ese punto haya una transmisión del calor, por eso se utiliza una pasta de contacto (conocida como pasta térmica) que rellena esos huecos y, por tanto, mejora el proceso de transmisión dadas sus características térmicas.

      Entre las ventajas de estos están su simplicidad, bajo coste y durabilidad.

  • Disipador Activo.
    Elaboración propia (Uso educativo no comercial)
    Los dinámicos o activos, son aquellos que incorporan un sistema de evacuación del aire caliente cercano al componente para acelerar el proceso de transmisión de calor entre el componente que los produce y el aire. Generalmente verás que este tipo de refrigeración va añadida a la refrigeración estática. Esto se debe a que el aire alrededor del disipador se calienta, dificultando el proceso de transmisión de calor.

    Por ello, se utilizan ventiladores que se incorporan a los disipadores, consiguiendo que el movimiento de sus aspas renueve el aire caliente que rodea al disipador por otro aire con menor temperatura.

    Te podrás imaginar que este sistema tiene como inconveniente, el incorporar dispositivos móviles que pueden averiarse. Este tipo de averías suele ser paulatina, ya que comienza con una ligera holgura en el eje del ventilador. Si no se detecta a tiempo, además de ser un generador de ruido, pueden causar daños irreparables sobre el componente (al romperse y detenerse la refrigeración del mismo).

    La principal ventaja es que es un sistema barato que consigue disipar gran cantidad de calor de manera muy rápida, por lo que será el tipo de refrigeración que más frecuentemente veas.

  • El último tipo que te puedes encontrar es la refrigeración liquida. Consiste en montar un circuito, por los principales componentes a refrigerar, y hacer circular un líquido por él. Este sistema es más rápido y efectivo que los anteriores. La razón de que no te lo vayas a encontrar muy a menudo, es que tiene como inconvenientes su elevado coste, así como la complejidad y peligrosidad asociadas a una avería (un error de fontanería llenaría de líquido los componentes).

Además, existen otros sistemas de refrigeración (como son los de refrigeración por nitrógeno líquido, por inmersión, por metal líquido o por cambio de fase) pero su utilización se restringe a entornos muy limitados (por coste y complejidad).

Para saber más

Refrigeración líquida

Vídeo sobre cómo montar un sistema de refrigeración líquida all in one (sin depósito de líquido refrigerante):

Vídeo sobre cómo montar un sistema de refrigeración CUSTOM.