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2.- Equipos eléctricos en sistemas de captación y aducción de agua

Caso práctico

Carlos Echarri, Ingeniero de caminos al cargo, es responsable directo de los diálogos y el proceso documental; además de toda la inversión económica y su rentabilidad a futuro.

Continuando con la comida, hay un momento que se queda callado Lorenzo, entonces se quedan todos callados y suelta Marisol:

- ¿Qué es lo que te pasa por la cabeza? Estas muy concentrado, es una duda o estas intentando sumar dos y dos, jajaja

- Pues la verdad que las matemáticas nunca fueron mi fuerte, pero estaba pensando en si habrá suficiente agua para trabajar con normalidad.- responde Lorenzo.

- No te preocupes por eso, hemos hecho estudios hidrográficos de los últimos quince años. Además de la pluviometría de la zona, entre otras cosas. Simplemente con la capacidad del río tendríamos suficiente para el proyecto en la mayoría de los meses del año. Pero aún así, haremos un embalse con una capacidad suficiente para trabajar meses con el caudal acumulado. No sólo el caudal del río, sino que las colinas circundantes están casi sin masa forestal, así que recircularemos el agua de lluvia que precipite sobre ellas y así aprovecharemos mejor el embalse. - Explica Carlos.

- Por otro lado, prepararemos un depósito adicional en la salida de la presa que acumule bastante agua. De esta forma, mediante bombeo, acumularemos agua de nuevo en el embalse. -añade Marisol.

- Entendido. En los periodos de tarificación más baja, utilizaremos energía de la red eléctrica para rellenar el embalse de agua y con las subvenciones y tarificación más alta, venderemos la energía acumulada en la presa.- dice Lorenzo.

- Si, es la idea. Rentabilizar la inversión en unos 15-20 años a través de las subvenciones y la compraventa de energía eléctrica. - expone Carlos.

- Mediante los sistemas de captación natural del río y forzado de las lluvias de la colina circundante, incluida la aducción mediante bombeo; tendremos suficiente agua para todo lo que necesitamos y evitaremos con ello un gran impacto medioambiental.- Añade Estrella.

Las aguas atendiendo a su origen se pueden clasificar en aguas superficiales y en aguas subterráneas. Los sistemas de captación de aguas superficiales son muy diversos, mientras que en el caso de las subterráneas el bombeo es el sistema generalmente más utilizado.

Actualmente, son cada vez más frecuentes los abastecimientos de poblaciones por medio de embalses. El nivel de agua contenida en un embalse, varía en función de las aportaciones de lluvia y del caudal de agua que se dirija al consumo. Por esta razón, las torres para la captación de agua se construyen con tomas a distintas alturas, que se abren y cierran por medio de compuertas reguladoras.

Para evitar la entrada de cuerpos que puedan obstruir las compuertas, como ramas u otros materiales, existen una rejas de desbaste colocadas justo en la entrada, que impiden el paso de estos objetos que pueden dañar o impedir el funcionamiento de las compuertas.

La cota para la toma del agua varía en base a los resultados de los análisis que se realizan en las distintas profundidades del embalse, y que permiten determinar la calidad del agua en los diversos estratos. En cada momento ha de seleccionarse la cota en la que los contaminantes sean mínimos ya que, de esta forma, será necesario aplicar un proceso más liviano en la estación de tratamiento de agua potable (ETAP).

La captación también se puede realizar directamente desde los ríos, siendo varios los tipos de tomas que se pueden emplear en estos casos: laterales, de fondo, etc., no existiendo un modelo de toma ideal. En el caso de que el caudal sea escaso, se debe aprovechar algún azud o pequeña presa que garantice siempre un volumen de agua suficiente. Es posible incrementar, en cierta medida, la altura de la lámina de agua de manera artificial, colocando unos gaviones bajo la toma, que pueden reducir la dificultad de captación ante la falta de caudal.

En los ríos, como consecuencia de la mayor velocidad del agua, se incrementan los arrastres de arenas, sólidos, flotantes, etc., por lo que se suelen colocar en la propia toma, rejas de desbaste tanto para finos como para gruesos, llegando incluso a ser necesaria la instalación de desarenadores o de tamices.

A la conducción del agua desde su captación a la planta de tratamiento se le denomina aducción. Existen dos tipos de conducciones:

  • Conducción por bombeo o forzada: se emplea cuando el punto de toma (embalse, laguna, río…) está a una cota más baja que la entrada de agua a la planta de tratamiento.
  • Conducción por gravedad: se emplea cuando el punto de toma está a una cota más alta que la entrada de agua a la planta de tratamiento. En este caso, el agua circula favorecida por la propia pendiente de la conducción, desde el punto de toma hasta el punto de entrada en la planta.