EMPRENDEORES - ZOOGESTIÓN

¿Un actimel para perros y gatos? ¿Chucherías para las mascotas? Sí, es posible y ha salido de Guardamar del Segura. Zoogestión es una empresa alicantina fundada por los hermanos Torregrosa Andreu, que tienen como estrategia y pensamiento el no copiar a nadie, con una permanente búsqueda de productos nuevos, diferenciándose en imagen y marca.

Comenzaron su actividad comercializando aperitivos delicatesen para el sector de animales de compañía y en la actualidad son una referencia internacional en alimentos gourmet para mascotas elaborando golosinas naturales 100%. Crearon un primer producto, orejas de cerdo deshidratadas y envasadas al vacío. Fruto de esta continua innovación han surgido nuevos productos: barritas de jamón, nervio de buey, salchichas de pavo...

Bajo la marca Mediterranean Natural Food venden más de cinco millones de euros anuales, con un alto ritmo de crecimiento. Sus productos se distribuyen en más de 20 países y las ventas en el extranjero alcanzan más del 80% del total de su facturación. Su labor de internacionalización ha incluido la creación de una filial en Miami que le ayudará a salvar trabas de controles sanitarios a la par que le facilita la incorporación al gran mercado estadounidense.

Zoogestión cuenta con su propio laboratorio y departamento de I+D+ I. Para la elaboración de productos adaptados a la salud de los animales ha sido necesaria una larga investigación en la que ha participado financiera y técnicamente el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Industria. En su labor de internacionalización también fue muy útil el apoyo de la Cámara de Comercio de Alicante a través del Plan Iniciación de Promoción Exterior (PIPE) cuyo objetivo es iniciar en la exportación a las empresas españolas.

CENTROS DE RECICLAJE DE VEHÍCULOS FUERA DE USO.

Enrique Barceló y otros cinco compañeros que trabajaban en un taller de reparación de camiones que ha tenido que cerrar recientemente, se van a asociar con un empresario que tenía una chatarrería en el mismo polígono industrial donde trabajaban para crear un Centro de reciclaje de vehículos fuera de uso.

Les han informado que se trata de realizar un conjunto de actividades económicas que tienen el objetivo de reducir las repercusiones sobre el medio ambiente de los residuos generados por el automóvil al final de su vida útil, a través de la recuperación y reutilización de materiales y partes del vehículo que han dejado de tener utilidad para su propietario. Tras un primer proceso de desmontaje de piezas, se obtienen tres tipos de productos:

1. Recambios de segunda mano que pueden venderse a particulares, talleres o concesionarios.
2. Carcasas que no han podido aprovecharse y que se venderán a la industria siderúrgica.
3. Residuos peligrosos.

La persona que les asesora les ha aconsejado que adquieran la condición legal de Centro Autorizado de Recepción y Descontaminación cumpliendo con los requisitos exigidos en el Real Decreto 1383/2002 sobre gestión de vehículos al final de su vida útil, con la que se incorpora al derecho interno, la directiva 200/53/CE de la Unión Europea. Se prevé que con la evolución de la normativa aplicable al reciclaje, la mayoría de los desguaces sean desplazados por grandes plantas homologadas que abarquen todo el proceso.

Enrique decide obtener toda la información que pueda para poder presentar a sus compañeros un proyecto de empresa y que puedan decidirse a ponerse en marcha. Los datos que ha podido recabar son los siguientes:

• Idea de negocio: Recepción y descontaminación de los vehículos fuera de uso para la recuperación de las piezas útiles y su reincorporación al mercado.
• Diferenciación con respecto a desguaces y chatarreros: Oferta de una amplia gama de recambios, para lo que habrá que hacer visitas para ofrecer nuestros servicios a talleres y concesionarios, y prestación del servicio de recogida de los vehículos.
• Será necesario tener una nave con almacén, oficina y local de venta de recambios. Hay que instalarse en una gran población.
• Las ventas podrían ser de entre 100.000 y 200.000 euros cada año.
• Es necesaria una gran inversión, calculada en un millón de euros, de los que se podría percibir una subvención del 50% con cargo a fondos de la Unión Europea.