Después de todas las fases anteriores, una vez que las pruebas nos demuestran que el software es fiable, carece de errores y hemos documentado todas las fases, el siguiente paso es la explotación.
Aunque diversos autores consideran la explotación y el mantenimiento como la misma etapa, nosotros vamos a diferenciarlas en base al momento en que se realizan.
La explotación es la fase en que los usuarios finales conocen la aplicación y comienzan a utilizarla.
La explotación es la instalación, puesta a punto y funcionamiento de la aplicación en el equipo final del cliente.
En el proceso de instalación, los programas son transferidos al computador del usuario cliente y posteriormente configurados y verificados.
Es recomendable que los futuros clientes estén presentes en este momento e irles comentando cómo se va planteando la instalación.
En este momento, se suelen llevan a cabo las Beta Test, que son las últimas pruebas que se realizan en los propios equipos del cliente y bajo cargas normales de trabajo.
Una vez instalada, pasamos a la fase de configuración.
En ella, asignamos los parámetros de funcionamiento normal de la empresa y probamos que la aplicación es operativa. También puede ocurrir que la configuración la realicen los propios usuarios finales, siempre y cuando les hayamos dado previamente la guía de instalación. Y también, si la aplicación es más sencilla, podemos programar la configuración de manera que se realice automáticamente tras instalarla. (Si el software es "a medida", lo más aconsejable es que la hagan aquellos que la han fabricado).
Una vez se ha configurado, el siguiente y último paso es la fase de producción normal. La aplicación pasa a manos de los usuarios finales y se da comienzo a la explotación del
software.