A estas alturas, ya sabes que un servidor provee servicios a otros ordenadores clientes. La arquitectura cliente-servidor consiste básicamente en un cliente que realiza peticiones al servidor, que le da respuestas. Esta misma idea se puede aplicar a programas que se ejecutan en un solo ordenador.
Ventajas de utilizar un esquema cliente-servidor:
- La capacidad de proceso está repartida entre los distintos equipos.
- Mejora la organización de la información, por tenerla centralizada.
- La separación de responsabilidades facilita y clarifica el diseño del sistema.
En este caso, vamos a ver como se instala un sistema operativo específico para servidores, donde se incluyen una serie de servicios en red que podrás instalar y configurar. Utilizaremos como ejemplo el sistema operativo Windows Server 2012. El proceso es similar para otras versiones como la 2016 ó 2019.