Caso práctico: mitos de los rociadores
Las instalaciones contraincendios, basadas en rociadores automáticos están sujetas a algunos mitos. Vas a descubrir que, seguramente, tú también crees en alguno de ellos:
Una alarma de humo es mejor que nada, pero es insuficiente. Las alarmas de humo pueden alertar a los ocupantes de la presencia de peligro, pero no hacen nada para extinguir el fuego. En ausencia de ocupantes, la alarma de humo es claramente insuficiente En un incendio, los rociadores pueden controlar e incluso extinguir un incendio en menos tiempo de lo que tardarían en llegar los bomberos.
Las fugas son raras, y no son más probables que las fugas en el sistema de distribución de agua. Los rociadores contra incendios son calibrados para activarse cuando hay una variación de temperatura significativa, generalmente se calibran entre 55 ºC y 900 ºC. Piensa que un pequeño fuego en una habitación puede hacer aumentar la temperatura rápidamente hasta 60 ºC. En una cocina profesional (en la que en ciertas condiciones es obligatorio colocar estos sistemas de extinción) los rociadores no funcionan en respuesta al humo o al vapor de cocción.
Los rociadores contra incendios, especialmente los de las viviendas, funcionan de manera independiente. En el caso de un incendio, normalmente solo se activará el rociador más cercano al fuego, rociando agua directamente sobre el fuego, dejando el resto de la casa seca y segura. En aproximadamente nueve de cada diez incendios domésticos sólo ha tenido que funcionar un único rociador.
En un incendio, los rociadores controlan rápidamente las llamas, el calor y el humo.Cualquier daño causado por el agua del rociador será mucho menos grave que el daño causado por el agua de las líneas de las mangueras contra incendios. Los rociadores usan, aproximadamente, el 90 por ciento menos de agua en un incendio que el utilizado por la manguera de los bomberos.