
La comunicación entre las diferentes capas se consigue con una técnica de encapsulación. Cada capa recibe de su capa superior una determinada información que “oculta”, es decir, encapsula, añade sus cabeceras y envía a su capa inferior. Este proceso se realiza sucesivamente en el nodo emisor, en el nodo receptor se realiza el proceso contrario, cada capa quita las cabeceras correspondientes y el contenido desencapsulado es enviado a la capa superior.
Poniendo un símil, es un proceso similar a escribir una carta (información), una vez escrita la introducimos en un sobre ponemos remite y dirección (las cabeceras) y la echamos al buzón. El servicio de correos recoge la carta (información) y la introduce en una saca que etiquetará con su destino (cabeceras). Esta saca (información) será cargada en un furgón con una ruta de origen a destino (cabeceras).
En el destino se producirá el proceso contrario, la desencapsulación, se recibirá una saca se abrirá y se verá su contenido, que será pasado a la capa superior (clasificación de correo para reparto), donde ya solo tiene sentido la carta, ahora hay que ver la dirección, se le entregará al cartero que lleve esa ruta, será entregada a la capa superior (destinatario de la carta), este abrirá la carta (quitará las cabeceras) y leerá (procesará) su contenido.