Si hacemos un símil con la red telefónica, las direcciones IP equivaldrían a los números de teléfono. Si un usuario quiere establecer comunicación con otro, debe marcar un número en el terminal.
En las redes informáticas, si un PC quiere establecer comunicación con otro, debe disponer de una dirección (dirección IP). De hecho, cuando escribimos una dirección URL (http://www.urldeejemplo.com/camino/al/recurso) en nuestro navegador, estamos “marcando” realmente la dirección IP con la que queremos conectarnos. Esto es posible gracias al servicio DNS, con él podemos utilizar letras en lugar de números (son más fáciles de recordar), es decir, el servicio DNS asocia a los nombres direcciones IP, por poner un símil es como una guía telefónica
Una vez que todos los equipos tienen asignada una dirección, se pueden emplear técnicas (subredes, superredes, CIDR) para que la gestión de estas direcciones agilice el funcionamiento de la red. En la red de teléfono se empleaban los prefijos (942 Cantabria, 985 Asturias, 91 Madrid, 93 Barcelona, etc.).