Veamos cómo se realiza una consulta a un servidor DNS. El sistema operativo suele tener configurados por el usuario, al menos, dos servidores DNS, uno primario y otro secundario. Pero si se tiene configurada la opción DHCP, se configuran automáticamente como viste en la unidad anterior. La consulta se envía al servidor DNS primario y si éste no contesta se usa el secundario. La comunicación se realiza por el puerto 53.
Cuando un cliente hace una consulta recursiva a un servidor, éste comprueba sus datos locales y ofrece la mejor respuesta. Si no la tiene, consulta al servidor raíz que menos tarde en ofrecer respuesta. Este, a su vez, consultará al intermedio y así sucesivamente, hasta llegar al servidor autorizado, que responderá a su nivel anterior. Los mensajes seguirán el mismo camino de vuelta hasta llegar de nuevo al servidor local y de éste al cliente.
En cambio, en la consulta iterativa el servidor DNS no tiene la información pedida y lanza la consulta a un nivel superior hasta obtener una respuesta. El servidor superior le remite a un nivel intermedio. El servidor local le pregunta directamente al intermedio, éste le contesta, y así hasta obtener la respuesta del servidor autorizado.
La resolución inversa es justo al revés, se consulta una IP para conocer su nombre de dominio.