Caso práctico
 
Al haber trabajado en diversas empresas, tanto Sofía como Alejandro tuvieron que "ver y sufrir" bastante para que aquellos negocios lograran eso tan preciado que llaman "beneficio económico"....
¡Claro, pensaban!... El beneficio económico era necesario, de lo contrario la empresa no podría sobrevivir ni ofrecer el servicio de asesoramiento personalizado a empresas, pero ¿por qué poca gente hablaba de la empresa en términos sociales? ¿Es que nadie se ha parado a pensar en la empresa como "un todo", un sistema, donde la complejidad de las relaciones que se establecen es inmensa? "Fíjate - indicaba Sofía a Alejandro- es que más de media vida la pasamos trabajando... y allí, en el trabajo, suceden muchas cosas que influyen en nuestra vida diaria.
Sofía recuerda los conflictos que surgían en GA entre los sindicatos y la empresa, ésta "sólo miraba" por los accionistas y el porcentaje de beneficio que se llevaban solo por haber comprado acciones y sin trabajar ni un día... las dependientas reivindicaban dejar la falda y ponerse pantalón, y qué decir de los departamentos... los piques que tenían a cuenta de las comisiones por ventas... allí, los recursos humanos solo eran recursos "a secas"... los únicos humanos que había eran los clientes, que eran los que "siempre tenían la razón", pero claro, aquello era difícil de cambiar... llegó a convertirse en algo tan normal que todos lo aceptaban y asumían ... "aquí las cosas suceden así", decían.