
En cierto momento te encontrarás con la necesidad de realizar alguna transformación a una de tus imágenes. Es decir, querrás procesar la imagen original, de forma que, obtengas otra imagen, mejorando ciertas características de la inicial. Para ello, puedes aplicar los filtros. Con los que podrás: suavizar la imagen, eliminar el ruido de la imagen, realzar y detectar los bordes presentes en la imagen.
En las cámaras fotográficas digitales si querías aplicar un filtro tenías que interponer unos cristales delante del objetivo para modificar la luz que llegaba a la película. Sin embargo, con los filtros digitales tendrás muchas más posibilidades, además un filtro convencional sólo lo podías aplicar una vez, sin embargo un filtro digital lo podrás aplicar cuantas veces quieras.
Se consideran los filtros como operaciones que se aplican a los píxeles de una imagen digital para optimizarla, enfatizar cierta información o conseguir un efecto especial en ella.
Con los filtros de GIMP podrás mejorar una imagen, disimular sus defectos o alterarla.
Podrás aplicar los filtros sobre las imágenes con algunas restricciones:
- No pueden aplicarse sobre zonas transparentes.
- No pueden aplicarse a más de una capa simultáneamente.
Algunos filtros del GIMP sólo funcionan sobre imágenes en RGB, pero puedes pasar cualquier imagen a RGB accediendo al menú Imagen → Modo →RGB.
Cuando quieras aplicar un filtro tendrás que tener activa la imagen sobre la que quieres aplicarlo, o realizar una selección, si quieres aplicarlo a una zona concreta de la imagen. Si quieres acceder a los filtros deberás hacer clic en el menú Filtros. Hay distintos tipos de filtros:
- Filtros que inciden sobre el color y la nitidez.
- Filtros para conseguir efectos especiales.
- Filtros con automatización de tareas para la realización de una imagen nueva o para la modificación de alguna existente.