Hasta finales del siglo XX los instaladores de frío tenían muy claro qué refrigerantes emplear, dependiendo del tipo de instalación:
- Instalaciones industriales grandes: Amoníaco, denominado actualmente R-717
- Instalaciones industriales medianas en refrigerados, aire acondicionado: R-22
- Instalaciones industriales en congelados: R-502
- Instalaciones pequeñas, frigoríficos domésticos, aire acondicionado coches: R-12
Estos gases halogenados (R-12, R-22, R-502), eran gases ideales, ya que no eran tóxicos, ni irritantes, incoloros e inodoros; además nos permitían utilizar cobre, que es un material fácil de trabajar y soldar, comparándolo con el acero.
Con estos gases se ha trabajado durante muchos años, hasta que se ha comprobado que la reducción de la capa de ozono de la atmósfera era debida, entre otras cosas, al cloro que llevan estos refrigerantes.
Así, en un primer momento, estos gases se han sustituido por otros que no llevan cloro. Por ejemplo, El R-12 se ha estado sustituyendo por el R-134-a, que es un gas muy parecido en presiones al anterior y El R-22 y R-502 se sustituían por el R-404-A. Éste no es un gas puro, sino una mezcla de gases y, por tanto, la evaporación y la condensación no la hacen a temperatura constante, sino que hay un deslizamiento, pero muy pequeño (0,4ºC), y las presiones son más altas que con el R-22.
Para aire acondicionado se ha estado empleando el R-134-A en instalaciones pequeñas, y el R-404-A en equipos más grandes. También se emplea el R-407, que se está aplicando en unidades montadas en fábrica, pero tiene un deslizamiento muy grande (mayor de 5ºC).
Actualmente se están diseñando y empleando nuevos refrigerantes que sustituirán a los empleados en los últimos años. El Protocolo de Kyoto y el reciente Acuerdo de París plantean un proceso de lucha contra el cambio climático y la reducción de gases de efecto invernadero.
No hay que olvidar otros refrigerantes como el amoníaco, que está recuperando parte de su espacio perdido debido a que no ataca al ozono ni provoca efecto invernadero. O el isobutano, para instalaciones muy pequeñas (frigoríficos domésticos), por las mismas razones que el amoniaco; aunque hay que tener en cuenta que es explosivo.
En un refrigerante compuesto “por varios refrigerantes” la temperatura en que comienzan a evaporar o a condensar, cada uno de los componentes, son distintas y a esta diferencia de temperatura entre ellos es la que se llama deslizamiento
El amoníaco o amoniaco, denominado R717, es un compuesto químico de nitrógeno con la fórmula química NH3 Punto de inflamabilidad: 284 K (11 °C) Punto de ebullición: 239,81 K (−33 °C) Densidad: 0,73 kg/m³;
El isobutano o R-600a, es un hidrocarburo utilizado como refrigerante en refrigeradores domésticos o en pequeños aparatos de refrigeración comercial.