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1.8.- Alarmas y averías.

¿Qué hacemos cuando las variables se encuentran fuera de los límites establecidos? ¿Qué sucede en el sistema SCADA si detectamos el funcionamiento anómalo de algún dispositivo? Mediante la gestión de las alarmas y de las averías vamos a poder colocar nuevamente al sistema en un punto óptimo de funcionamiento.

Las alarmas se basan en la vigilancia de los parámetros de las variables del sistema. Son los sucesos no deseables, porque su aparición puede dar lugar a problemas de funcionamiento.

Imagen con las lámparas que señalizan las alarmas en un cuadro de alarmas.
amyvdh (CC BY-NC)

Este tipo de sucesos requiere la atención de un operario para su solución antes de que se llegue a una situación crítica que detenga el proceso o que imposibilite seguir trabajando. El resto de situaciones normales, tales como puesta en marcha, paro, cambios de consignas de funcionamiento, consultas de datos, etc., serán los denominados eventos del sistema o sucesos. Los eventos no requieren de la atención del operador del sistema. Se registran de forma automática cuando ocurren en el sistema. También será posible guardar estos datos para su consulta a posteriori.

Las alarmas se suelen dividir según su influencia en el funcionamiento del sistema o máquina a controlar:

  • Prealarmas: grupo dentro del cual se engloban todos aquellos sucesos susceptibles de generar problemas graves en el sistema a corto o medio plazo y que requieren atención por parte de los responsables de mantenimiento.
  • Alarmas de fin de ciclo: no requieren un paro inmediato de la máquina. Se puede realizar toda la secuencia de trabajo hasta su finalización, momento en el cual la máquina se detiene y requiere atención de mantenimiento. Solucionado el problema, la orden de marcha reinicia el proceso.
  • Alarmas de paro: son todas aquellas que requieren la detención inmediata de la máquina sin importar el punto en el que se halle el proceso. Tras un paro de este tipo el sistema debe retornar a sus condiciones iniciales de trabajo antes de poder dar marcha de nuevo.

Generalmente las variables de un sistema SCADA tienen asignados una serie de valores que definen su comportamiento dentro del sistema. Así, una variable que represente un valor de nivel de un líquido, arrastrará, por definición, datos tales como:

  • Nivel muy alto: valor máximo.
  • Nivel alto: valor alto, aviso.
  • Nivel bajo: valor bajo, aviso.
  • Nivel muy bajo: valor mínimo.
  • Velocidad del cambio de nivel.

Las alarmas suelen estar centralizadas y clasificadas en grupos de alarmas para mejorar su gestión. De la misma manera, se les puede asignar una prioridad, de modo que si aparecen varias de forma simultánea, las más importantes aparecerán primero. También será posible presentar alarmas de diferente origen en una misma pantalla.

La persona encargada del diseño del sistema de visualización, junto con los usuarios y los diseñadores de las máquinas a controlar, deberán decidir la categoría de cada alarma que se cree.