Operatoria de teclados.
En estos días que nos tocan, es muy normal encontrarse en la situación de Juan Antonio. Nuestro personaje tiene 21 años terminó la secundaria hace varios años y tras cuatro años trabajando en la construcción lleva en paro algo más de un año. Juan Antonio ha decidido matricularse a distancia en Gestión Administrativa. En los años que Juan Antonio estuvo trabajando, le quedó claro que para cobrar a fin de mes hay que esforzarse, hay que cumplir un horario y acatar las ordenes del encargado.
Matricularse de Gestión administrativa no ha sido algo fortuito. Isabel, intima amiga de Juan Antonio, consiguió trabajo, de cajera, en el supermercado de su pueblo y le han ofrecido un ascenso si consigue el título de Grado Medio en GA. Los dos amigos han decidido volver a coger los libros, son conscientes que tienen que dedicar un tiempo diario a la plataforma educativa y que necesitan poner a punto su ordenador para usarlo como herramienta de trabajo. Juan Antonio tiene ordenador con conexión a Internet desde hace tiempo y ha usado el PC para correr juegos y conectarse al Tuenti. El uso lúdico del PC, a algunas personas les puede parecer una perdida de tiempo, pero lo cierto es que se adquieren hábitos de manejo del ratón del teclado y de exploración en la red muy útiles. Los dos amigos conocen bien lo importante que es sentarse correctamente delante del ordenador para no acabar con un fuerte dolor de espalda y lo importante que es tener una buena luz de fondo para no sufrir picor en los ojos; aunque son jóvenes, ya no son unos niños. En cuanto al manejo del teclado pueden tener algún problema ya que el uso que se hace de él en las redes sociales no es el que se pide a la hora de presentar muchas pulsaciones por minuto.
Juan Antonio está preocupado ya que en el Tuenti, cuando habla con sus amigos, utiliza muchas abreviaturas y escribe con dos dedos, él ha visto a la chica de la gestoría, que llevaba los papeleos de la empresa donde estuvo trabajando, que no miraba al teclado cuando escribía y que sus dedos volaban por encima de las teclas. Isabel intenta tranquilizarlo recordándole que el día que entró a trabajar en los albañiles tampoco tenia ni idea de cuanto cemento se ponía a la grava para hacer hormigón.