3.1.- Costes de almacenamiento.
Seguro que tienes una idea de este concepto. Los costes de almacenamiento incluyen el conjunto de gastos derivados de la utilización del espacio donde se almacenan los productos, junto con sus instalaciones fijas.
Para realizar el cálculo del coste de almacenamiento, debes partir de los datos contables y la facturación que recoja los siguientes elementos:
- Alquileres y amortizaciones de inmuebles.
- Alquiler. Partiendo de las cantidades pagadas, consideramos una cantidad fija por unidad de tiempo, que normalmente será el mes y por unidad de superficie, que normalmente será el metro cuadrado.
- Amortización. Cuando el almacén es propio, en la contabilidad se destina una cantidad anual a recuperar las cantidades que se invirtieron en la compra. Las amortizaciones habituales son la amortización del edificio, de los terrenos y de otras instalaciones: conducciones de agua, instalaciones eléctricas, etc.
- Amortización de instalaciones fijas. Las estanterías y equipos fijos del almacén también se amortizan, por lo que las cantidades destinadas a este fin se consideran un gasto.
- Gastos de reparación y mantenimiento anuales. Aquí incluimos conceptos como pintura, reparación del pavimento (con el uso de las carretillas suele tener un desgaste considerable), etc.
- Seguros. Tendremos en cuenta las primas de seguro relacionadas con el edificio e instalaciones fijas, principalmente el seguro contra incendios y contra robo.
- Impuestos. Consideramos los impuestos que recaen sobre el edificio e instalaciones fijas. Por ejemplo, la licencia de actividad.
- Financiación. Si la compra se ha hecho recurriendo a crédito, los intereses anuales se consideran un coste más. Si no es así, debemos considerar el coste de oportunidad, es decir, la rentabilidad que podríamos haber obtenido si, en lugar de comprar el edificio, por ejemplo, hubiéramos dedicado el dinero a otra inversión (unos bonos del estado).
- Consumo energético, con conceptos como la iluminación, ventilación o refrigeración y congelación, que en el caso de almacén de alimentos, esta partida puede ser especialmente importante.
Factores que influyen en los costes de almacenamiento
Hay algunos elementos que debemos considerar en los costes de almacén:
- Número de referencias en stock. Un alto número de referencias obliga a tener unas cantidades mínimas en stock para cada una, lo que condiciona el espacio disponible.
- Stock por referencias. El coste por cada palet o caja disminuye cuando tenemos muchas unidades almacenadas y el espacio disponible se aprovecha al máximo.
- Dimensiones de la mercancía almacenada. Las necesidades de espacio y tipos de estantería a utilizar, variarán según se trate de mercancía voluminosa o pesada.
- Caducidad. En el caso de productos perecederos, es preciso ser muy cuidadosos con el orden de entrada y salida y con la cantidad de mercancía a almacenar, lo que influye, por ejemplo, en el tipo de estantería a emplear y su coste.
- Estacionalidad. El espacio disponible ha de ser mucho mayor si se dan picos de consumo, ya que es preciso almacenar mucha mercancía para su salida en periodos muy cortos. Por ejemplo, el consumo de cava o turrón es mucho más elevado en el periodo navideño.
Para saber más
En el siguiente enlace tienes el desarrollo y explicación de los costes de almacén.