¿Qué deben impedir este tipo de materiales? Dependiendo de los casos, la transmisión de calor y/o ruido. Para ello existe una amplia variedad de materiales que se podría clasificar en dos grandes grupos: las lanas minerales y las espumas elastoméricas y poliméricas.
- Lanas minerales (Lana de vidrio y lana de roca)
Son productos aislantes constituidos por un entrelazado de filamentos de materiales pétreos que forman un fieltro que mantiene entre ellos aire en estado inmóvil. Están reconocidos como aislantes acústicos y térmicos, siendo además incombustibles. Son productos naturales (arena silícea para la lana de vidrio, roca basáltica para la lana de roca) transformados mediante el proceso de producción.
Como materiales de porosidad abierta pueden retener agua líquida en su interior, por lo que deben emplearse en aplicaciones que estén protegidas del contacto directo con el agua.
- Espumas elastoméricas y poliméricas
Son materiales aislantes térmicos cuya principal aplicación está en el aislamiento de conducciones de fluidos y sus accesorios.
Los materiales más empleados en nuestro sector son los siguientes:
- Espumas elastoméricas de caucho sintético: muy empleadas en el aislamiento de tuberías y accesorios en instalaciones hidrosanitarias. Los formatos más empleados son las coquillas cilíndricas y las planchas.
- Espuma de polietileno: muy empleada en instalaciones hidrosanitarias. Viene en formato coquilla.
- Espuma de poliuretano: puede aplicarse in-situ mediante pistola.
- Espumas de poliestireno extruido y expandido: en formato de coquillas rígidas.
En el caso de estos últimos materiales es muy importante la determinación previa del espesor de aislante necesario para evitar problemas de condensación superficial o pérdidas/ganancias térmicas excesivas.