La puesta en servicio de la instalación requiere la ejecución de los siguientes pasos:
- Actuación sobre las válvulas de corte de manera que se conecten los equipos excluidos de las pruebas, como la caldera.
- Alimentar eléctricamente la caldera.
- Llenado del circuito de calefacción ejecutando, a su vez, los siguientes pasos:
- Apertura del tapón del purgador situado sobre la bomba y los de los radiadores.
- Apertura de la válvula de llenado de la caldera hasta una presión de 1 bar.
- Purgado del aire de todos los radiadores.
Una vez nos hemos asegurado que la presión, en frío, no desciende de 1 bar, se llevarán a cabo los siguientes pasos:
- Apertura de la válvula de gas.
- Activación de la consigna del termostato para que éste demande calor.
- Puesta a régimen de la temperatura de la instalación, normalmente 80 ºC.
- Purgado de aire de los radiadores y de la bomba de la caldera pues el agua desprende oxígeno tras su calentamiento.
Al mismo tiempo que se realiza la puesta en funcionamiento de la instalación, se efectuará la prueba de libre dilatación que consiste en observar si las tuberías presentan deformaciones inaceptables, debidas a las dilataciones térmicas, que puedan afectar a las uniones y su estanqueidad. En ese caso, habrá que modificar la ubicación de las fijaciones de soporte de manera que posibilite la libre dilatación de las tuberías y, a su vez, minimice la deformación de las mismas.
Por otra parte, se llevará a cabo un control del correcto funcionamiento de los sistemas de evacuación de humos. Para ello, se comprobará la correcta evacuación de los humos y se tendrá en cuenta que las rejillas de ventilación estén disponibles con sus correspondientes aperturas.