El equilibrado hidráulico es una operación complementaria que se realiza en aquellas instalaciones de calefacción cuyos caudales no están equilibrados por diseño. Es decir, se trata de instalaciones de calefacción bitubular o por colectores, en las que las longitudes de recorrido a realizar por el fluido caloportador no son uniformes ¿Por qué es necesario el equilibrado de los caudales que circulan por cada radiador? Pues por una cuestión muy sencilla y ésta es que, la emisión térmica de cada radiador depende del caudal circulante por el mismo. A la hora de dimensionar los radiadores de una instalación, se supone un caudal de diseño que es el que posibilitará la emisión térmica que haga frente a la carga térmica del recinto.
El caudal circulante por un emisor de calor es función de la longitud de tubería del circuito de conexión del mismo al elemento generador de presión o bomba. Si no se realiza ninguna operación de equilibrado, aquellos radiadores más cercanos a la bomba de circulación, recibirán más caudal que aquellos otros más lejanos.
Esto causará problemas en la instalación ya que los radiadores más cercanos a la bomba, que en este caso está montada en la caldera, emitirán más calor que el de diseño, mientras que en los más lejanos sucederá lo contrario.
Existen distintos métodos para realizar el equilibrado de una instalación de calefacción:
- Sistema manual.
- Sistema automático mediante el empleo de válvulas de equilibrado.
En el caso de una instalación de calefacción individual por radiadores, la regulación de los caudales se realiza mediante el empleo de las válvulas detentoras de los mismos. El procedimiento a seguir precisa el empleo de una llave Allen y es el siguiente:
- Se abren a tope todas las válvulas detentoras de los radiadores de la instalación.
- Se deja abierta la válvula detentora del radiador más lejano respecto a la caldera de la instalación.
- Se cierra una vuelta la llave detentora del radiador que está situado a continuación del anterior, en cuanto a lejanía respecto a la caldera de calefacción.
- Se cierra dos vueltas la llave detentora del radiador situado a continuación del anterior, en cuanto a lejanía respecto a la caldera de calefacción y así sucesivamente hasta llegar al radiador más cercano a la caldera.
Una vez realizado lo anterior, se comprobará el correcto funcionamiento de la instalación de calefacción mediante la comprobación al tacto de que los radiadores emiten calor y, en caso necesario, se realizará un eventual purgado del aire existente en los radiadores.
Referido al tipo de llave empleada para desatornillar/atornillar tornillos con cabeza hexagonal interior.