Como primera consideración, te debe quedar claro que los riesgos eléctricos dependen de la actividad que como trabajador desarrolles. No es lo mismo el riesgo que corres como programador (o usuario cualquiera de equipamiento informático), que el riesgo como instalador o montador de equipos.
Evidentemente, las posibilidades de electrocución del primer caso son muy inferiores a las del segundo, pero no inexistentes. Sea como sea, en ambos casos estarás expuesto/a a un malfuncionamiento eléctrico del equipo, y a sus consecuencias (en mayor o menos medida).
Considera, por tanto, que existen dos grandes tipos de riesgos eléctricos:
- Electrocución (Riesgo por choque eléctrico): se produce cuando el cuerpo humano entra en contacto con dos puntos que se encuentren a distinto potencial (un polo positivo y otro negativo). Dependiendo de la diferencia de potencial, y de la cantidad de intensidad eléctrica que sea capaz de transmitir el dispositivo, el choque eléctrico será más o menos peligroso.
- Incendio: cuando se produce algún mal funcionamiento en la red, se pueden originar picos de intensidad excesiva en algún punto, y ésta provoca un calentamiento de partes de la instalación hasta su incendio. El incendio puede provocarse tanto en la red como en los componentes (ordenadores, transformadores, electrónica de comunicaciones…).
Para evitar accidentes, el propio reglamento de baja tensión establece una serie de medidas protectoras. Entre ellas, se establece una norma que te obliga a desconectar todos los interruptores y a colocar a tierra toda línea de tensión, siempre que realices trabajos en circuitos eléctricos. Además, para asegurar que nadie te modifica la desconexión, es obligatorio que coloques una advertencia indicando “OPERARIOS TRABAJANDO. NO CONECTAR” (sobre un fondo amarillo con letras rojas o negras).
Los componentes electrónicos más peligrosos (eléctricamente), suelen contar con advertencias propias sobre el riesgo de electrocución:
Mientras realizas el mantenimiento de sistemas no siempre te será posible realizar las operaciones en frío (con la corriente desconectada). En entornos de alta productividad, como servidores, muchas operaciones las realizarás en caliente, (hot swapp). No solo con la corriente eléctrica conectada, sino incluso con el ordenador encendido. Esto es posible gracias a la utilización de elementos redundantes (dos elementos haciendo al tiempo la misma función), con los cuales es posible cambiar uno de ellos mientras el otro sigue funcionando. En estos casos, descubrirás que los propios equipos tienen el suficiente aislante para realizar la operación sin peligro.