¿Cómo se llevan a cabo los procesos de soldadura por capilaridad? Pues bien, tanto en la soldadura fuerte como en la blanda, es necesario seguir una secuencia definida de pasos de manera que sea posible conseguir una junta de unión estanca y de buen aspecto visual. Además de ello habrá que tomar en cuenta determinadas medidas de seguridad con el objetivo de prevenir posibles accidentes.
El proceso de soldeo, similar para ambos tipos de soldadura por capilaridad, se puede resumir en los siguientes puntos:
- Corte con el cortatubos a la medida deseada.
- Limpieza del tubo y el accesorio en la zona que se verá afectada por la soldadura con lana metálica.
- En el caso de la soldadura blanda, aplicación de una capa de decapante fina y uniforme sobre el exterior del tubo con un cepillo o brocha.
- Unión de tubo y accesorio.
- Encendido del soplete y regulación de la llama de forma que el dardo de la misma tenga las características deseadas.
- En el caso de la soldadura fuerte, calentamiento de la varilla e introducción de la misma en el bote de decapante.
- Calentamiento de la zona de unión, imprimiendo un movimiento de vaivén al soplete.
- Una vez que el tubo y el accesorio adquieran un color rojo cereza, acercar la varilla o hilo a la junta para que ésta funda y llene por capilaridad la unión.
En cuanto a las medidas de seguridad a tener en cuenta durante la ejecución de procesos de soldadura por capilaridad, es necesario el empleo de gafas de seguridad y guantes para evitar los riesgos asociados a quemaduras, cortes, cuerpos extraños en ojos, etc. Además de ello, será necesario comprobar que los equipos de soldadura disponen de filtro, válvula antiretorno de llama y válvula de corte de gas en el soplete.