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1.1.5.- Corrosión – Principios y tipos.

Ilustración de una tubería oxidada.
Rafal Konkolewski / Wikipedia Commons (CC BY-SA)


¿Te has preguntado alguna vez por qué los materiales se "pican" y la cantidad de problemas que esto genera en las instalaciones de cualquier edificio? El fenómeno de la corrosión es uno de los principales problemas que presentan los materiales metálicos. Pero, realmente, ¿qué es la corrosión? Pues bien, es una reacción electroquímica que se da entre los metales y el medio ambiente en el que se encuentran, formándose compuestos metálicos más estables. Dicha reacción es un proceso natural e irreversible por lo que todos los procedimientos de protección están encaminados a disminuir la velocidad de las reacciones.

En las instalaciones térmicas y de fluidos, la corrosión se da en la superficie exterior de todas aquellas tuberías desprotegidas que se encuentren enterradas bajo tierra, expuestas a la atmósfera o sumergidas en el agua al mismo tiempo que en la superficie interior de aquellas que contengan agua.

Aunque existen más tipos de corrosión (corrosión a temperatura ambiente, corrosión a altas temperaturas, corrosión química) nos vamos a centrar en la corrosión electrolítica, la más frecuente en nuestro sector. Dicho fenómeno ocurre cuando dos metales están en contacto uno con otro y tienen diferentes potenciales electrolíticos. Cuando un metal tiene un potencial negativo tiene tendencia a desprenderse de iones positivos y se denomina ánodo. Al contrario, los que tienen potencial positivo tienen tendencia a recogerlos, son los llamados metales nobles.

Al ponerse en contacto dos metales con potencial distinto, el de mayor potencial se convierte en cátodo y el otro en ánodo. Al aumentar la diferencia de potencial entre ambos metales, aumenta a su vez la velocidad de la reacción. 

¿Qué tipos de corrosión electrolítica se pueden dar en una instalación térmica y de fluidos? A continuación, se muestran las más frecuentes:

  • Corrosión galvánica: contacto directo de dos metales en presencia de un electrólito como el agua. La más importante en las instalaciones convencionales.
  • Corrosión erosiva: provocada por corrientes de agua aireada.
  • Corrosión por tensiones: provocada por la apertura de fisuras debido a tensiones internas o externas al material.
  • Corrosión por zona muerta: generada por soldaduras fisuradas que dan pie a zonas de agua con menor contenido en oxígeno.
  • Corrosión por golpe de ariete: provocada por las aguas turbulentas generadas por el accionamiento brusco de las válvulas.

Electrodo en el cual se produce la reacción de oxidación.

Electrodo en el cual se produce la reacción de reducción.

Referido a un proceso en el que se produce una conducción iónica entre dos electrodos de distinta carga por medio de una disolución conductora.

Hay que tener cuidado con el tendido de instalaciones mixtas en las que intervengan dos metales de diferente potencial como el cobre y el acero. Hay que separar SIEMPRE ambos tramos por medio de juntas dieléctricas, para evitar el contacto directo y la transmisión de corriente. Además de ello, hay que tomar la precaución de poner las tuberías de diferente par galvánico en sentido ascendente en el sentido de circulación del agua.

Accesorio de unión entre tuberías metálicas de diferente naturaleza que gracias a su propiedad aislante impide el desarrollo de la corrosión electrolítica.