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5.- Dispositivos de mando y regulación

Caso práctico

- Continuando con la conversación que dejamos a medias y la necesidad de los distintos tipos de motores, mi siguiente duda es ¿cómo controlamos los mismos?

- Verás ... cada máquina requiere un motor distinto como te dije previamente, por lo tanto, siempre habrá algunos repetidos, pero dependiendo de la función necesitaremos uno u otro motor (específico).

- Ya veo. Pero estos motores no están funcionando todo el tiempo o el primero que entra pone en marcha la producción y todo a funcionar.

- Claro que no, eso no sería eficiente.

- Entonces hay operarios que controlan los motores todo el tiempo y deciden cuando activarlos, eso debe ser muy caro.

- No y sí, ahora se lo explico mejor, Lorenzo. La principal función de los operarios es poner en marcha el conjunto de máquinas y pararlas en el caso de emergencia. Con los dispositivos de mando y protección conseguimos ese cometido. Además, para el correcto funcionamiento de los motores, tenemos sensores, reguladores y actuadores.

- De acuerdo, pero parece muy complicado.

- En realidad no lo es tanto. Básicamente, tenemos las máquinas que hacen el trabajo y para que lo hagan bien, tenemos que cuidar de ellas. Este cometido lo conseguimos al asegurarnos que todos los sensores y demás controladores funcionen correctamente. Ahora le explico en qué consisten.

El mando de los motores eléctricos consiste en realizar el arranque, la regulación de velocidad, el frenado, la inversión del sentido de marcha, así como el mantenimiento del régimen de su funcionamiento, de acuerdo con las exigencias del proceso tecnológico.

En los casos más sencillos, el arranque, la regulación de velocidad y el frenado, se realizan por medio de dispositivos accionados manualmente: interruptores de cuchillas, reostatos de arranque y de regulación, combinadores, etc. La utilización de estos dispositivos implica una pérdida de tiempo suplementaria y, por lo tanto, reduce la productividad de la máquina, sobre todo, cuando su funcionamiento está relacionado con frecuentes arranques o con una regulación de la velocidad. Además el empleo de dispositivos accionados directamente excluye el mando a distancia, lo que resulta inconcebible en numerosas instalaciones industriales modernas.

Finalmente, para los sistemas de potencia elevada, el mando directo resulta difícil y, en ocasiones, imposible, a causa de los grandes esfuerzos que serían necesarios para asegurar la maniobra de los aparatos. La necesidad de eliminar los defectos del mando directo, ha conducido a la creación de aparatos de mando automático. El mando automático de los motores eléctricos es una de las condiciones fundamentales del crecimiento de la productividad de las máquinas y de la fabricación de productos de alta calidad. Para el mando de motores eléctricos los más empleados son los dispositivos a base de relés y contactores. Pero, en numerosos casos, estos elementos no pueden responder a todas las exigencias que presentan los modernos procesos de producción, en lo que se refiere al mando eléctrico. Esta circunstancia explica la aparición de nuevos dispositivos automáticos.