Tamara quiere revisar con Adrián los equipos que necesitan colocar en la instalación de la planta para llevar a cabo el control de la operación. Tamara está interesada en saber qué componentes quiere colocar Adrián y en qué modo debe conectarlos al resto de equipos para poder controlar el estado global de la instalación. Se han propuesto dotar a la planta con autómatas programables para controlar las variables que afectan al funcionamiento y seguridad de la instalación.
¿Qué es un autómata programable? ¿Para qué se utilizan? ¿Cómo funcionan estos equipos? A lo largo de los siguientes apartados vamos a ir viendo las soluciones a estas y otras preguntas que surgirán con la lectura.
Un autómata programable es una máquina electrónica programable diseñada para ser utilizada en un entorno industrial, que utiliza una memoria programable para el almacenamiento interno de instrucciones orientadas al usuario, para implantar soluciones específicas tales como funciones lógicas, secuencias, temporizaciones, recuentos y funciones aritméticas, con el fin de controlar mediante entradas y salidas, digitales y analógicas diversos tipos de máquinas o procesos.
Los autómatas programables surgen en Estados Unidos hacia 1969 como respuesta al deseo de la industria del automóvil de contar con cadenas de producción automatizadas que pudieran seguir la evolución de las técnicas de producción y permitieran reducir el tiempo de entrada en producción de nuevos modelos de vehículos.
Los PLC permiten por tanto a las empresas mejorar su competitividad al permitirles incrementar su productividad a unos costes adecuados a la vez que aumentan la calidad al mejorar el control de los proceso.
Anteriormente a los autómatas, muchas de las tareas de control se solucionaban mediante relés o contactores. Esto con frecuencia se denominaba control mediante lógica cableada. Se tenían que diseñar los diagramas de circuito, especificar e instalar los componentes eléctricos, y crear listas de cableado. Entonces los electricistas debían cablear los componentes necesarios para realizar una tarea específica. Si se cometía un error, los cables tenían que volver a conectarse correctamente. Un cambio en su función o una ampliación del sistema requería grandes cambios en los componentes y su recableado. En un autómata, la tarea de mando se realiza a través de un programa. Cualquier cambio en el funcionamiento del automatismo se realiza cambiando el programa.
Ventajas del uso de los autómatas:
Menor tamaño físico que las soluciones de cableado
La realización de cambios es más fácil y más rápida.
Los autómatas llevan integradas funciones de diagnóstico.
Las aplicaciones pueden ser inmediatamente documentadas.
Se pueden duplicar las aplicaciones más rápidamente y con menor coste.